La reciente propuesta de Logitech de un "ratón para siempre" ha generado un revuelo considerable, pero parece que el concepto no llegará particularmente pronto a los consumidores. Aparentemente, no tomó mucho para que los usuarios expresaran su opinión de que no era una buena idea, porque probablemente vendría de la mano con el pago de una suscripción mensual.
El núcleo de la idea de Logitech, que fabrica algunos de los mejores perfiéricos pára computadores personales en el mercado, era crear un mouse que pudiera actualizarse continuamente a través de un modelo de suscripción, lo que teóricamente proporciona mejoras y funciones continuas… siempre que el usuario siga pagando.
Esta propuesta, planteada por la recientemente nombrada CEO, Hanneke Faber, en una entrevista con Nilay Patel para The Verge, parecía posicionar el mouse no solo como una pieza de hardware, sino como un servicio en evolución, más parecido a Spotify o a iCloud. En teoría, esto permitiría a los usuarios conservar su mouse indefinidamente, y mantenerlo siempre en la punta de la lanza en materia de software.
Suscripciones de hardware
En este punto no debería sorprender que la propuesta haya generado una reacción negativa inmediata y explosiva. En el centro del debate está la cuestión fundamental de la propiedad tradicional en oposición al modelo de suscripción moderno, que ha invadido cada vez más varios aspectos de la vida digital.
Tradicionalmente, los consumidores compran componentes de PC-como los ratones- con la expectativa de poseerlos directa e indefinidamente. La noción de un modelo de suscripción de hardware choca con esta figura, en la que la propiedad implica una relación permanente e inmutable con el producto.
Imaginen, entonces, comprar un mouse, o por extensión -aunque nadie ha hablado de ello- un teclado o un monitor, y unos meses después no poder usarlo o no poder usarlo en sus plenas capacidades porque no pagaste una mensualidad.
Es una figura que había aventurado el año pasado BMW que planteó cobrar una tarifa mensual a personas que compraron uno de sus autos de lujo para poder encender los calentadores de sus asientos durante el invierno. Lo voy a repetir: BMW quería cobrarles 18 dólares al mes a personas que pagaron por su auto, para que los calentadores instalados en el auto que compraron funcionaran justo cuando concebiblemente alguien puede querer usar un calentador.
La idea era mala entonces y es mala ahora.
Que no era -guiño, guiño- en serio
En respuesta al rechazo generalizado, Logitech salió a aclarar su posición. Un portavoz de la compañía enfatizó que no hay “planes concretos” para introducir un mouse basado en suscripción y dijo que el "ratón eterno" no era más que una ilustración de ideas especulativas, no un producto.
Pero no nos engañemos, la idea existía y existe. Tanto Logitech como muchas otras empresas buscan permanentemente asegurar fuentes constantes de ingresos y el modelo de suscripción es atractivo, justamente por eso.
El problema es que los clientes compran productos de marcas como Logitech precisamente por la expectativa de una vida útil prolongada del producto y si bien los servicios de suscripción son cada vez más comunes, la aplicación de este modelo al hardware sencillamente no es una píldora fácil de tragar.
En otra palabras, Logitech, todos los mouses que un cliente compre deberían ser para siempre.
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