Colombia dio un muy esperado y crucial paso en la protección de la salud pública con la aprobación del proyecto de ley que regula la venta y uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos.
Esta medida, cuyo texto pasa ahora a conciliación y a sanción presidencial, busca controlar el consumo de estos dispositivos, especialmente entre los jóvenes, entre quienes se ha observado una tendencia al alza -que los expertos dicen es preocupante- en los últimos años.
El proyecto lo hace al incluir a cigarrillos electrónicos y vapeadores dentro de las limitaciones que establece la ley 1335 de 2009, conocida como la Ley Antitabaco.
Así las cosas, a diferencia de lo que sucede hasta ahora, se prohíbe la venta de estos dispositivos a menores de edad, se prohíbe fumar en lugares públicos cerrados y se fijan límites y reglas estrictas a la publicidad de los diferentes modelos.
Estas medidas buscan reducir el acceso y la exposición a estos productos por parte de los jóvenes, quienes a menudo desconocen los riesgos asociados y se ven atraídos por sus sabores y diseños.
Datos alarmantes
La proliferación de vapeadores y cigarrillos electrónicos, conocidos como Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN) y Productos de Tabaco Calentado (PTC), ha generado una creciente preocupación por su impacto en la salud pública.
El consenso de la comunidad médica es que, si bien pueden representar una alternativa menos dañina para aquellos con el hábito de fumar, son, en últimas un tipo de consumo que puede resultar lesivo y, en algunos casos, incluso puede ser una puerta de entrada al consumo de cigarrillos.
Según la última Encuesta Nacional de Sustancias Psicoactivas del DANE, más de un millón de colombianos confiesa haber probado estos dispositivos. La cifra es aún más preocupante en la población joven, donde la prevalencia del consumo es mayor en el grupo de 18 a 24 años.
Un estudio de la Universidad Industrial de Santander (UIS) reveló datos alarmantes sobre las enfermedades asociadas al vapeo en Colombia. En él se evidencia un aumento en los casos de muerte y enfermedad relacionados con estos dispositivos. Estos hallazgos han alertado a la comunidad médica, que renovó su llamado a tomar medidas contundentes para proteger la salud pública.
La aprobación de la regulación ha sido aplaudida por diversos sectores. La senadora Norma Hurtado, impulsora del proyecto de ley, resaltó la importancia de actualizar el marco normativo para controlar estos productos nocivos.