Virgin Galactic completó de manera exitosa su primer vuelo comercial suborbital después de meses de ensayos y años de retrasos. El vuelo tuvo como tripulación a tres pasajeros de la Fuerza Aérea Italiana acompañados por dos pilotos y un instructor de Virgin Galactic.
La misión despegó desde el Spaceport America, ubicado en el estado de Nuevo México en los Estados Unidos. La nave nodriza VMS Eve llevó el cohete espacial hasta una altura de 50.000 pies o 15.000 metros antes de liberarlo.
Una vez en el aire, un poco después de las 10:30 a.m. hora colombiana el cohete VSS Unity hizo ignición e inició su proceso para escapar de la atmósfera de la Tierra y entrar en un ambiente de microgravedad por alrededor de dos minutos.
Después de eso, el cohete asumió la forma para volver a entrar a la atmósfera de la Tierra y luego dirigirse nuevamente al Spaceport America para aterrizar y finalizar la misión. En total, desde la ignición del cohete hasta el aterrizaje, la misión duró alrededor de 35 minutos.
Además de la tripulación, la nave espacial también llevaba 13 experimentos con el objetivo de recopilar datos médicos, estudiar la radiación cósmica y entender mejor la dinámica de los fluidos en ambientes de microgravedad.
Esta primera misión exitosa abre las puertas para el resto de vuelos que Virgin Galactic tiene planeados. De hecho, la empresa quiere organizar por lo menos uno de estos vuelos cada mes. La próxima misión –Galactic 02– está programada para inicios de agosto.
¿En qué se diferencia de SpaceX?
La llegada de Virgin Galactic al mercado de vuelos comerciales marca un momento importante para una industria que hasta el momento está dominada por SpaceX. Sin embargo, ambas compañías compiten en segmentos distintos.
Mientras que SpaceX se enfoca en lanzamientos orbitales y de largo alcance, Virgin Galactic tiene sus miras puestas sobre el mercado suborbital para empresas privadas e individuos. Esto quiere decir que los cohetes de Virgin Galactic no están equipados para entrar en órbita, como sí lo hacen las cápsulas de SpaceX.
La ventaja de Virgin Galactic es que pueden tener vuelos más frecuentes, y que gobiernos y entidades privadas pueden comprar espacio en las misiones para estudiar efectos de la microgravedad.
De igual manera, el hecho de que los vuelos de Virgin sean más sencillos también se ve reflejado en su precio, que está rondando alrededor de los $400.000 dólares (alrededor de 1.600 millones de pesos), mientras que en SpaceX cuesta decenas de millones.
Con todo, la primera misión exitosa de Virgin Galactic marca un alto para la compañía después de más de dos años de retrasos e incertidumbre sobre su futuro en el mercado de los vuelos espaciales tripulados.