Mientras a Samsung le van las cosas bastante bien, a pesar de su fatídico episodio Note, a los vecinos de LG no le salen las cuentas con los móviles. Por más esfuerzos que hacen, no logran escalar puestos en un ranking en el que hay mucho fabricante chino, tampoco consiguen que la división sea rentable, algo que arreglan con otros departamentos importantes de la casa, afortunadamente.
Los inventos modulares no terminan de gustar en el mercado, el LG G5 no ha vendido como ellos esperaban y no tienen problema en contarlo en su resumen de resultados financieros. Un informe que nos habla sobre las cuentas del último trimestre del año pasado, también del acumulado del año.
La rentabilidad se ha visto obstaculizada por las débiles ventas del teléfono LG G5 y unas inversiones mayores en marketing
No creo que sea nuestra misión ponernos a soltar cifras como locos, más bien queremos sacar de ahí la información útil o los datos más llamativos, como que se han registrado unas perdidas de 224 millones de dólares en el último trimestre del año, motivadas por el mal funcionamiento de dos actividades: los móviles, que es ‘LG Mobile Communications’, y su negocio de componentes para vehículos.
Los ingresos de la división móvil han sido de 2.510 millones en el trimestre, un 15% más que en el periodo anterior, pero un 23% inferior a los del año anterior. Otro resultado pobre para una división que debería ser más importante: llevan siete trimestres seguidos en los que no salen las cuentas.
A por un LG G6 diferente
Lo dicho, LG le echa las culpas al LG G5, su teléfono más importante del año pasado, al tiempo que dice que su otro gallito, el LG V20, se ha estado vendiendo bastante bien. Este último se puso a la venta en octubre en algunos mercados, así que tampoco ha tenido tanto tiempo para arreglar las cuentas.
LG no habla sobre el número de teléfonos que ha vendido, pero seguro que estarán lejos de los 90 millones que registra Samsung en el trimestre
Lo que LG debió entender con esto es que su segunda apuesta en la gama alta gusta más que la opción modular, así que no nos extraña nada que el nuevo LG G6 vaya a apostar por una configuración más tradicional. Una pena que no se pueda subir al tren del Snapdragon 835.
En esta ocasión no hay rastro sobre ‘número de unidades vendidas’, un dato que LG normalmente no esconde a pesar de que no es algo con lo que pueda hacer una fiesta. Si miramos atrás, tenemos que la compañía coreana vendió 59 millones de teléfonos en 2014, para subir a 59,7 en 2015.
LG tiene muchas columnas en las que sustentarse
Afortunadamente LG es un conglomerado de empresas con una diversidad de actividades muy grande, y casi todas funcionan bastante bien. Las cuentas globales de la compañía son buenas principalmente por el buen funcionamiento de la electrónica de consumo que tienen en el hogar, desde los televisores a los electrodomésticos, pasando por las soluciones de aire acondicionado.
Aunque antes os hemos dado un dato sobre pérdidas, son relativas al cuarto trimestre, en lo que respecta al 2016 completo hubo unos beneficios de 1.160 millones de dólares (12,2% más que en 2015).
Los móviles no son la única división que aparentemente funciona regular, aquella que se encarga de componentes para vehículos tampoco ha tenido un buen año, pero las razones son bastante diferentes, por lo que no hay razón para preocuparse: el año en ventas ha sido bueno, pero la gran inversión (investigación, desarrollo, producción) que se está haciendo en nuevas tecnologías hace que los números no parezcan tan bonitos. Ellos son los culpables del que el Chevy Bolt sea un coche eléctrico fantástico.
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