El gigante de los semiconductores tiene varios frentes abiertos con sus competidores, y los procesadores para servidores son uno de ellos. Ahora Intel ha renovado su catálogo con sus nuevos procesadores Xeon Cascade Lake Advanced Performance (AP) y Xeon E-2100, que pasan a un enfoque multi-chip.
Ambos son la respuesta a los procesadores AMD EPYC orientados a centros de datos, y en estos nuevos productos Intel va un paso más allá de lo que había ido con sus Xeon SP. En aquellos núcleos monolíticos contaba con 28 núcleos: ahora llega a los 48 núcleos que acompaña con 12 canales de memoria DDR4 por cada uno de los dos zócalos soportados.
Dudas sobre el HyperThreading
Ese nuevo diseño multi-chip ayuda a no incrementar la complejidad ante chips cada vez de mayor tamaño. En este nuevo enfoque, eso sí, Intel no ha aclarado si se soporta la tecnología HyperThreading para evitar ciertos riesgos que este tipo de opción parece generar en el ámbito de la seguridad en algunos escenarios específicos.
Los procesadores incorporarán cambios hardware para mitigar algunas de las variantes de Spectre y Meltdown, algo que Intel ya ha ido haciendo en otras familias de microprocesadores en los últimos meses.
En Intel aseguran que estos nuevos micros ofrecen un 20% más de rendimiento que los Xeon SP y nada menos que un 240% más que los AMD EPYC. Hay además novedades en el juego de instrucciones, que incluye nuevas operaciones AVX512 útiles en cálculos relacionados con procesos de inteligencia artificial: hay un 17% de mejora en algoritmos de reconocimiento de imágenes, por ejemplo.
Los Xeon E-2100 son bastante más modestos, no obstante, y se trata de micros con 6 núcleos y 12 hilos de ejecución que no son diseños multichip y que básicamente son una versión especial de los Core para usuarios finales que eso sí, admiten memoria ECC. En ambos casos Intel hace uso de un proceso de fabricación de 14 nm: en procesadores para servidores también habrá que esperar para ver micros de 10 nm.
Vía | Ars Technica