Pasa en el colegio, pasa en una entrevista de trabajo y pasa en los móviles: destacar es cada vez más difícil aunque apuestes por ser el mejor de los mejores. Pese a esto, los fabricantes siguen sacando pecho con terminales que tratan de no quedar en la sombra, sino de hacérsela a los demás, y ZTE dejó esa intención bien clara con su ZTE Axon 7 cuándo recientemente lo traía al mercado europeo.
¿Cómo esperan quedar en la pole de la gama alta? Según ellos, con "lo mejor de lo mejor". Una de las frases textuales de Waiman Lan que nos decía convencido en la entrevista que pudimos hacerle tras haber destacado a una presentación en la que destacaron cámara, construcción y, sobre todo, audio. ¿Cumple el Axon 7 con todas las promesas? De momento lo que sí tenemos son las primeras impresiones tras su lanzamiento en Europa.
Lo que transmitieron en la presentación, repitiéndolo cada ciertos minutos para que quedase el mensaje, es que ZTE escucha a los usuarios y que el Axon 7 responde a las máximas exigencias de éstos básicamente a cinco niveles: batería, potencia, diseño, cámara y sonido, sobre todo en estos últimos tres aspectos. Veamos por este orden qué sensaciones nos da el ZTE Axon 7, cuya ficha técnica os detallamos a continuación.
ZTE Axon 7 | |
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Pantalla | AMOLED 5,5 pulgadas con resolución 1.440 x 2.560 píxeles (unos 538 ppp) |
Procesador | Snapdragon 820 |
Núcleos | 2 x 2,15 GHz Kryo + 2 x 1,6 GHz Kryo |
GPU | Adreno 530 |
RAM | 4 / 6 GB |
Almacenamiento | 64 / 128 GB (ampliables a 256 GB vía microSD) |
Versión software | Android 6.0.1 con MiFavor 4.0 |
Conectividad | LTE Cat 6, NFC, Bluetooth 4.2, Wi‑Fi 802.11ac |
Cámara trasera | 20 megapíxeles, f/1.8, autofocus, OIS, dual-LED / Video 2160p@30fps, 1080p@30/60fps, 720p@240fps |
Cámara frontal | 8 megapíxeles, f/2.2 / Vídeo 1080p |
Otros | Sensor de huellas dactilares, conector USB tipo-C |
Batería | 3.250 mAh |
Dimensiones físicas | 151,7 x 75 x 7,9 milímetros y 175 gramos |
Precio | Desde 449 euros |
La primera gran promesa: diseño y construcción
Poco a poco el metal ha ido cubriendo más espectro en los smartphones yendo más allá de los tope de gama y saltando a las inferiores de la mano de algunos fabricantes como Samsung o Xiaomi. El nuevo buque insignia de ZTE sigue esta tendencia casi "obligatoria" y también la estela del Axon Elite, vistiéndose de metal con un acabado mate que no resbala y que da sensación de robustez sin pesar en exceso.
Monta una pantalla de 5,5 pulgadas, tamaño que cada vez es más término medio y en este caso hablamos un terminal bastante contenido. Además de aprovechar bien el frontal y añadir los marcos mínimos tanto superior e inferior como laterales, ayuda el hecho de que tenga unos bordes curvos casi en una semiesfera completa con un diámetro bastante reducido, quedando un borde de unos 4,5 milímetros y un grosor total aproximado de 7,9 milímetros.
Lo acertado de la posición del lector de huellas siempre depende en último término del uso y del agarre que estemos acostumbrados a hacer. En el Axon 7 lo tenemos en la parte de atrás, como en los Nexus 5X y 6P y cuando lo sujetamos con una o dos manos queda accesible con comodidad. Eso sí, sólo permite registrar dos huellas y es bastante exigente a la hora de la superficie de huella necesaria para el reconocimiento.
Quizás vendría bien aquí implementar el doble toque para desbloquear, al tener el lector en esa posición de cara a desbloquearlo cómodamente cuando lo tenemos apoyado en una superficie, aunque de momento no lo tiene (en ZTE nos comentaron que sí dispondría de él). Y un punto muy favorable: no hemos de activar la pantalla para que nos la reconozca, con el móvil en reposo nos lee la huella (y bastante rápido si colocamos la superficie suficiente).
En móviles delgados de metal el calor es algo inherente, pero en este caso no se nota de manera exagerada o molesta aunque sí más bien constante. En apps más exigentes como videojuegos o Snapchat es cuando notaremos un aumento de temperatura localizado en la parte inferior de la mitad superior, más o menos en la zona del lector de huellas. Algo que percibiremos a nivel de tacto pero que tampoco repercute en el funcionamiento del teléfono (no se detienen procesos ni saltan avisos).
Quizás el punto a mejorar o que más hace disminuir la sensación de calidad son los botones laterales. La ubicación es acertada, pero el tacto da una falsa sensación de fragilidad al “bailar” un poco, aunque la pulsación se da sin problemas a la primera.
Un AMOLED colonizando el frontal
El Axon 7 es del bando AMOLED, montando un panel de 5,5 pulgadas con resolución de 2.560 x 1.440 píxeles (unos 538 píxeles por pulgada). Como decíamos, aquí destaca el buen aprovechamiento del frontal que han logrado pese a optar por colocar los altavoces aquí.
El ajuste de brillo automático funciona correctamente, con una adaptación rápida a los cambios de iluminación, aunque podría rebajar un poco más cuando hay suficiente luz. El brillo máximo es de 319 nits, un valor que no es de los más altos si miramos otros terminales pero es más que suficiente, teniendo una visibilidad correcta tanto bajo el sol como en situaciones de poca luz. Buen nivel de contraste y, eso sí, algo excesivo en saturación (aunque en esto último siempre influyen los gustos y a lo que el ojo esté acostumbrado).
Aquí el software permite cierto ajuste, con tres opciones para saturación y temperatura de los blancos, aunque se echa en falta que en vez de opciones predefinidas sean reguladores para ajustar el grado a nuestro gusto. La temperatura por defecto está en un punto medio, más bien cálida. Los blancos tienden a ser algo rojizos y los ángulos de visión son buenos, sin poder evitar las variaciones de color habituales en los paneles AMOLED.
La segunda gran promesa: la cámara
El usuario medio de un buque insignia no tiene por qué ser exigente en este aspecto, pero con el tiempo se ha consolidado como condición sine qua non que un tope de gama tenga lo mejor en cuanto a cámara. En este caso tenemos una cámara trasera de 20 megapíxeles con estabilizador óptico de imagen y apertura f/1.8. 8 megapixeles y f/2.2 si hablamos de la frontal.
Pero más allá de los números, un punto fuerte es la app, con una interfaz cómoda y fluida y un modo manual completo. Hay tres secciones principales (disparo automático, manual y vídeo) y además dispone de algunos modos preconfigurados para poder obtener trayectoria de estrellas o el efecto seda en el agua (lo cual podemos también hacer desde el modo manual).
La cámara arranca y dispara con una rapidez aceptable (aunque aquí posiblemente sigan ganando los S7 de Samsung). El autoenfoque es rápido y el enfoque por tap es obediente, y la app permite que obtengamos una fotografía satisfactoria en la mayoría de escenarios. El modo automático además ayuda bastante a un usuario que no se maneje demasiado con los ajustes con HDR, flash y modo noche automáticos (de manera opcional a excepción del último).
No obstante, las cámaras no suelen escapar a lo difícil de los escenarios con poca luz y la pérdida de detalle es bastante acusada en cuanto estamos en un ambiente nublado, a medio atardecer o en interiores. La ventaja es que podemos ir buscando qué disparo acierta más entre las configuraciones, pero aún así el ruido aparece con mucha facilidad.
A favor está que el modo manual permite salvar la fotografía en cuanto a ruido, pudiendo ajustar mejor la ISO y la velocidad de obturación que la configuración automática. Con algo más de luz obtenemos fotografías satisfactorias, si bien en ocasiones se echa en falta algo más de viveza en los colores (a mediodía y en interiores). En algunos disparos encontramos un procesado algo agresivo en cuanto al detalle, probablemente buscando la corrección de la pérdida de nitidez.
La cámara subjetiva tiene algunos añadidos como el disparo por detección de sonrisa (con tres grados de detección, siendo el menor ya muy sensible) así como el retoque de “belleza” que se aplica automáticamente si se ajusta, el cual se basa en agrandar los ojos, difuminar y suavizar las facciones. Aquí siempre se trata de una lente inferior y las acuarelas y el ruido también aparecen pronto en baja luz, pero logra sacar aún así instantáneas satisfactorias, aunque tiende a oscurecer bastante, si bien esto es favorable en situaciones de luz en las que las cámaras suelen sobreexponer.
Además está el botón de Live, que permite crear algo similar a las Live fotos de Lumia o de Apple, con una serie de disparos que al reproducirse da la impresión de mini vídeo o GIF. La app de edición, de hecho, posibilita la creación de GIFs a partir de fotos (si hemos hecho algún timelapse o disparos en intervalos éstas son las tiradas ideales para ello), si bien al compartirlos (por Twitter, Telegram, etc.) pierde bastante calidad aunque las fotos la tuviese originalmente.
La tercera gran promesa: el audio
Si algo se destacó en su presentación fue el sonido, con los dos altavoces frontales como protagonistas. Aquí el Axon 7 se defiende en cuanto a calidad e intensidad, de hecho ya en la demo tras la presentación se hacían oír en un ambiente particularmente ruidoso.
El sonido es acertado tanto en auriculares como en altavoces, alcanzando en éstos un máximo de 116 decibelios, pudiendo retarlos en volumen y aguantando bastante hasta que empieza a perder calidad por exceso del mismo. Esto hace que, si no nos molesta la vibración que el sonido en volúmenes altos provoca en casos como éste (terminal con altavoces potentes y relativamente fino) y la temperatura, la experiencia multimedia sea satisfactoria.
Eso sí, la cosa cambia ligeramente si escuchamos el sonido por los altavoces con el terminal apoyado en una superficie por su parte trasera. Aunque los altavoces se sitúen en el frontal, el sonido sale de manera periférica dado que al poner una superficie contra toda su trasera la calidad se reduce, dando una sensación similar a la que obtenemos cuando tapamos por los dedos.
No obstante, la potencia hace que también lo oigamos sin problemas cuando lo llevamos en el bolsillo o dentro de algún bolso, pudiendo además configurar los distintos volúmenes rápidamente desde el widget de ajuste que sale al pulsar alguno de los botones correspondientes. Así, el ZTE Axon 7 cumple en este sentido bastante bien, ya sea en música, videojuegos o multimedia en general.
Que impere el estilo MiFavor
Si bien en este caso disponíamos de la versión para Asia del terminal, exceptuando la barrera idiomática en algunas apps en particular hemos podido probar el teléfono a nivel de software prácticamente sin impedimentos. Una vez configurado el idioma y descargado la tienda de apps de Google, hemos podido hacer un uso completamente normal, así como evaluar el rendimiento, la fluidez y demás aspectos.
Aunque el hardware no lo es todo, con las especificaciones del Axon 7 el usuario espera no encontrarse problemas en su uso. Aquí recordamos que hablamos de un procesador Snapdragon 820 y en este caso se trataba del modelo de 4 GB de RAM y 64 GB de memoria de almacenamiento (hay un modelo con 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento). Todo ello bajo Android 6.0.1 y la capa de software de la casa MiFavor.
Esta capa es bastante "agresiva" con respecto a la modificación del aspecto. Nos olvidamos del cajón de apps y el menú de ajustes tiene una primera pestaña de accesos rápidos o frecuentes, donde veremos si hay alguna actualización de software disponible. Permite cierta configuración, en cuanto a los iconos y las fotografías, con temas preinstalados y la posibilidad de comprar más.
La única queja aquí es que, a la hora de organizar los iconos, es algo costoso arrastrarlos si no lo hacemos apoyando bien la huella, sobre todo si pretendemos colocar el icono en la columna de la derecha o de la izquierda. En este caso nos suele costar varios intentos, acabando varias veces en la página del escritorio que no queremos.
Dejando la estética a un lado, el manejo es completamente fluido tanto por el sistema como en las apps, abriéndolas de manera rápida ya sea desde el icono o ejecutando la multitarea. El sistema además permite ajustar el consumo que hacen las apps por separado y alguna otra configuración para mejorar el uso o el rendimiento.
El software propio, de hecho, es bastante insistente en la información que el usuario recibe del uso del terminal. Por defecto vienen activadas acciones como el cerrar apps cuyo consumo en segundo plano sobrepasa cierto límite, una mejor gestión del almacenamiento o el preguntar en cada instalación al usuario si éste desea revisar los permisos que da a la app que sea.
Así, el terminal ejecuta juegos sin ningún problema (como el Asphalt). Aquí de nuevo lo que notaremos es el aumento de temperatura, sobre todo en juegos de alta carga gráfica o en apps que requieran un uso continuado de la pantalla y la cámara como Pokémon Go o Snapchat. Un uso en general estable, encontrando sólo alguna app más problemática como Dropbox o parones en las actualizaciones, aunque hemos de recordar que la versión de software puede estar relacionada.
En cuanto a los benchmarks, obtiene 102.058 en Antutu y 2.183/4.226 en Geekbench, quedando por debajo de parte de la competencia como el Samsung Galaxy S7 o el LG G5 y por encima de otros como el Huawei P9. Aunque esto siempre es orientativo y no determina el funcionamiento o experiencia de uso final.
Antutu | Geekbench(single core/multicore) | 3DMark(IceStorm Unlimited) | Vellamo(browser/metal/multicore) | |
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ZTE Axon 7 | 102.058 | 2183/4226 | 19854 | 4047/3412/2740 |
Samsung Galaxy S7 Edge | 115487 | 2071/5806 | 23186 | 5368/2696/3137 |
LG G5 | 125499 | 2227/4137 | 27800 | 4241/3357/3513 |
HTC 10 | 129634 | 2354/5338 | 26955 | 4876/3301/3672 |
OnePlus 3 | 137155 | 2235/4781 | 29912 | 5320/3587/3511 |
Autonomía: un combo muy bueno
Quizás la batería sea lo que en general más tenga que mejorar cuando hablamos de los terminales que buscan ser una combinación perfecta de potencia, resolución y delgadez. Una tríada que también buscan en el caso del Axon 7 y que en cuanto a autonomía no sale para nada mal parado.
Lo habitual es que ésta nos dure más de un día, salvo que hagamos un uso intenso de multimedia y con 3G. El Axon 7 exprime bastante bien los 3.250 mAh porque suele dar para un día y unas horas del siguiente (hasta 12 horas más), lo que nos hace olvidar prácticamente las baterías externas. Sobre todo porque además tiene carga rápida, de modo que en aproximadamente 1:30 horas volvemos a tener el 100% de la carga.
Aquí contribuye en parte el software, dado que MiFavor tiene algunos extras para el control del rendimiento, el almacenamiento y el consumo. Algo que ayuda a conservar algo más la autonomía es lo que comentábamos antes de la opción de cerrar apps en segundo plano (algo que puede desactivarse desde el primer aviso para que lo haga o no al bloquear la pantalla), así como el apartado del control de apps que consumen "demasiado" (según el criterio preestablecido del sistema, siendo un ejemplo DropBox).
Un digno rival
La liga de los topes de gama cada vez se cobra una entrada más cara y no todos están a la altura para un tú a tú a los miembros de esa élite, en la cual la ficha técnica no asegura siempre la entrada. Un buen procesador, suficiente RAM y una buena cámara son básicos para ello, y al parecer el metal, y el ZTE Axon 7 al menos sí aspira a medirse con los tope de gama de la competencia.
La apuesta: un diseño muy cuidado que arropa a una de las CPU más potente acompañada de un audio y una cámara que, si bien son mejorables, destacan por encima de la media. Todo ello por un precio de salida también algo menor que otros terminales como los Galaxy S7 o el Sony X Performance, y más reñido con su paisano el OnePlus 3.
El diseño es clave para que pueda ser considerado por quienes en un principio rehuyen de terminales "grandes" al ser compacto (con un muy bien aprovechamiento de pantalla pese a los altavoces frontales), aunque el calentamiento es bastante habitual y, como hemos comentado, la capa es bastante agresiva (con lo bueno y lo malo que ello conlleva). A favor está la posición de los botones, si bien éstos daban esta sensación de "baile" y el lector de huellas es demasiado exigente (muchas veces hemos acabado desbloqueando por patrón o por voz).
Queda ver con el software a punto qué tal se comporta en general y en cuanto a la batería, aunque hemos podido probar muchos aspectos pese a algunos impedimentos puntuales (y a falta de ese doble toque para desbloquear o activar pantalla que en principio veremos). A la espera también de más productos para este año, dado que según nos decía Waiman buscan tener contento a públicos con distintas exigencias.