La explosión de recursos de IA generativa ha llevado a muchos -entre quienes nos contamos- a elevar las voces sobre los peligros que tiene su proliferación descontrolada. De las fotos del arresto de Donald Trump al supuesto negocio promovido por Luis Díaz, los ejemplos abundan en donde los busques.
Es lo que descubrieron en Hong Kong hombres que buscaban establecer una conexión romántica con hermosas mujeres. Un grupo de estafadores utilizó tecnología de deepfakes para robarles más de 46 millones de dólares en un engaño casi perfecto.
Todo comenzó con un mensaje inofensivo: un error a la hora de agregar un número de teléfono. Así, un desconocido se presentaba como una atractiva mujer, que tras el supuesto encuentro casual iniciaba una conversación que, para muchos hombres, rápidamente se transformaría en una ilusa relación romántica.
A través de videollamadas convincentes, los estafadores, apoyados en tecnología de inteligencia artificial, crearon imágenes y videos tan realistas que las víctimas no dudaron en entregarse emocional y financieramente.
Ahora que la policía hongkonesa, tras una investigación meticulosa, ha desmantelado esta red fraudulenta, emerjen detalles escalofriantes de los alcances de modalidad en la que estafadores operaban bajo la apariencia de relaciones genuinas.
¿El engaño perfecto?
La policía de Hong Kong confirmó el arresto de 21 hombres y seis mujeres, ninguno mayor de 35 años, implicados en esta operación delictiva.
Los sospechosos, todos ellos con una sólida formación académica en tecnología y medios digitales, fueron reclutados apenas se graduaron de universidades en la región. Los criminales responsables de la estafa establecieron una compleja plataforma de criptomonedas falsa, e incentivaron a las víctimas a invertir sus ahorros.
El nombre del mecanismo de la estafa es tan humillante como sus resultados: se le conoce como "matanza de cerdos", porque se basa en ‘engordar’ las expectativas de las víctimas mediante promesas de grandes retornos y, en ocasiones, favores sexuales.
Con el tiempo, las víctimas son convencidas de hacer múltiples inversiones, solo para que los estafadores disfrazados de bellezas extranjeras desaparezcan con todo su dinero.
Las víctimas fueron, en su mayoría, hombres solitarios de Taiwán y Singapur; pero incluso hubo quienes perdieron enormes cantidades en Tailandia y en la India. La Policía ha advertido que los adultos mayores son los más vulnerables.
Una industria en auge
Las estafas románticas apoyadas por deepfakes se han popularizado, al punto de convertirse en un fenómeno alarmante en el sudeste asiático, donde bandas organizadas se aprovechan de la soledad de los adultos mayores.
La sofisticación de estas operaciones va mucho más allá de lo técnico, porque implica manipular emocionalmente a las víctimas, siguiendo un manual -un manual literal que recibían los encargados de la operación- y con el apoyo de un sistema de departamentos que supervisan cada fase del fraude.
Un caso emblemático involucró un ejecutivo de una empresa de ingeniería que, engañado por un deepfake, perdió 2,5 millones de dólares.
La operación, que duró casi un año, fue finalmente desmantelada por la Policía, que confiscó más de 100 celulares, 26.000 dólares en efectivo y una colección de lujosos relojes durante una redada en el centro de operaciones del grupo. Pero lo cierto es que el grueso del dinero robado probablemente nunca llegue a recuperarse.
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