Un reciente estudio realizado por PapersOwl, basado en una encuesta a 2.000 personas entre 18 y 34 años en Estados Unidos, reveló que el 95 por ciento de los miembros de la Generación Z y los jóvenes millennials consideran aceptable cierto grado de "trampas" en el trabajo.
Desde modificar su horario de entrada y salida hasta utilizar herramientas corporativas para fines personales, estas prácticas reflejan un cambio en la percepción del trabajo y la productividad.
Entre las conductas analizadas en el estudio destacan el Career catfishing, que es aceptar un trabajo pero no presentarse o renunciar después de un día. Un 29 por ciento de los encuestados afirmó haberlo hecho en el último año.
Mientras que Quiet vacationing, es tomarse días libres sin avisar al jefe, manteniendo la apariencia de estar trabajando. El 51 por ciento de los encuestados confesó haberlo hecho al menos tres veces en un año.
Por otra parte, Coffee badging, es la tendencia de asistir a la oficina solo para que noten tu presencia y luego trabajar desde otro lugar. Un 36 por ciento afirmó haber recurrido a esta estrategia hasta 10 veces en el último año.
Finalmente, el 14 por ciento de los encuestados admitió usar inteligencia artificial para completar tareas, y el 10 por ciento emplea herramientas corporativas para proyectos personales.
Motivaciones detrás de los comportamientos

El estudio señala que la Generación Z prioriza la flexibilidad laboral, el equilibrio entre la vida personal y profesional, y la autonomía. Factores como el estrés, la salud mental y la percepción de falta de reconocimiento también influyen en estas conductas.
Entre las principales razones para realizar quiet vacationing, por ejemplo, se encuentran el agotamiento laboral o burnout (46 por ciento) y la falta de días de permiso remunerado (31 por ciento).
Otro aspecto relevante es la influencia de las redes sociales, donde las narrativas sobre "hustle culture" y "soft life" moldean las expectativas laborales. Mientras que algunos defienden la sobreproductividad como medio para alcanzar el éxito financiero, otros priorizan la salud mental y la comodidad.
Impacto en el futuro del trabajo

El estudio concluye que estas tendencias podrían redefinir el mercado laboral, empujando a las empresas a adoptar políticas más flexibles. El pago competitivo, ambientes laborales positivos y oportunidades de crecimiento son las principales motivaciones para retener talento joven.
La investigación sugiere que, más que un problema de desinterés, estas prácticas reflejan un cambio generacional en la percepción del trabajo. Empresas que fomenten la comunicación abierta, prioricen la salud mental y ofrezcan flexibilidad podrían reducir estos comportamientos y mejorar el compromiso de sus empleados.
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