Hubo un momento en que parecía que el mercado de los dispositivos ‘para vestir’ iba a incluir, además de pulseras y relojes, anillos inteligentes. Sin embargo, el impacto de la pandemia, la crisis de la cadena de suministros global y hasta la guerra entre Rusia y Ucrania impactaron las posibilidades de un renglón que impulsaban marcas pequeñas como Oura, que no lograron hacer masa crítica con sus esfuerzos.
Las cosas podrían cambiar con la entrada de un peso pesado como Samsung, que según los analistas está listo para revolucionar la categoría con su Galaxy Ring. La entrada de la compañía en el segmento es una declaración de confianza en las posibilidades de los anillos inteligentes de integrarse con otros productos del ecosistema Samsung en lo tocante a funciones de salud y pagos sin contacto.
Todo comenzó con un informe del medio surcoreano The Elec, que citó a fuentes reservadas que aseguraron que la producción en masa de un Samsung Galaxy Ring estaría lista para comenzar en agosto, y que si se atienden necesarios pasos regulatorios para algunas de sus funciones, el dispositivo portátil podría llegar a los consumidores en algún punto de 2024.
Imagine pagar en los establecimientos simplemente acercando su anillo, o usarlo para medir la frecuencia cardíaca, la temperatura y hasta los patrones de sueño. Súbitamente, la idea no suena tan futurista como lo hacía en 2020.
El siguiente paso
Samsung ha invertido en el segmento de wearables durante bastante tiempo. El primer paso de la compañía en esta categoría ocurrió en 2013 con el Samsung Galaxy Gear, un pionero de la era del smart watch. Casi una década después, la compañía acaba de revelar su serie Samsung Galaxy Watch6, que ha evolucionado el concepto hasta convertir a sus relojes en dispositivos inteligentes con funciones de comunicación, monitoreo de salud y control de funciones del celular que se llevan en la muñeca.
Si lo piensan, un anillo es el siguiente paso lógico. Los reportes sugieren que el gigante tecnológico coreano aseguró ya los suministros de componentes y solo necesita decidir cuándo comenzar la producción en masa.