Tenemos malas noticias para los amantes del queso costeño. La Universidad Libre de Barranquilla publicó recientemente una investigación en la revista en línea Biomédica, donde asegura que se han detectado moléculas de Salmonella, Listeria y Brucella** en queso fresco artesanal comercializado en la capital del Atlántico**.
De acuerdo al grupo de investigadores, al consumir el queso fresco artesanal producido en los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y Guajira, se aumenta el riesgo a contraer una infección con salmonelosis, listeriosis y brucelosis. La investigación se realizó con un total de 27 muestras de este tipo de queso, que provenían de cinco departamentos de la región Caribe: 6 de Atlántico, dos de Bolívar, uno de Córdoba, 16 de Magdalena y dos de Sucre. Del total de las muestras 17 eran de queso blando, cinco de queso semiduro y cinco de queso duro.
¿Por qué razón el queso costeño representa un riesgo?
La investigación indica que esta situación se presenta debido a que el queso costeño "es elaborado con una tecnología muy rústica, con leche de vaca no pasteurizada, sin procedimientos estandarizados e higiénicos y al incorrecto almacenamiento". De esta manera, se detectó Salmonella spp en el 62,9% de las muestras, Listeria spp en el 70,4% y Brucella spp en el 22,2%.
“Los resultados muestran la presencia de estos microorganismos en la totalidad de queso costeño tipo blando (...) su consumo masivo aumenta el riesgo de infección con salmonelosis, listeriosis y brucelosis”, indican los investigadores de la Universidad Libre de Barranquilla.
El tema es que justamente el tipo de queso que más de distribuye actualmente es el blando con un porcentaje de 58%; mientras que los quesos tipo semiduro y duro tienen un porcentaje de 21 por ciento cada uno. Así que es mejor prevenir y tratar en lo posible de no consumir este tipo de alimentos en gran cantidad, pues de lo contrario, nuestro organismo podría contraer alguna de las enfermedades mencionadas anteriormente.
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