"Asteroide se acercará peligrosamente a la Tierra en noviembre". "¿Otra amenaza espacial? NASA advierte posible impacto de asteroide con la Tierra". "La NASA advierte sobre un asteroide superveloz que podría chocar contra la Tierra en 2020". Y así podría seguir hasta la semana que viene porque las andanzas del 2018 VP1 han sido "seguidas" por la prensa terrícola con todo lujo de detalles durante el último año y medio.
Pero ¿Debemos poner nuestros asuntos en orden? ¿Corremos un riesgo cierto de que este asteroide impacte con la Tierra? Empecemos por el principio: concretamente por el 3 de noviembre de 2018 cuando los astrónomos encontraron al 2018 VP1 en la inmensidad del universo. Fue durante muy poco tiempo. El necesario para catalogarlo, pero no el suficiente como para determinar con precisión cuál sería su órbita exacta. Ahí empezó la fiesta.
Y es que, efectivamente y por lo que sabemos, entre el 2 y el 3 de noviembre de este año el asteroide pasará "cerca" de la Tierra. Cosmológicamente cerca, claro: a unos 450.000 km de la Tierra. Es decir, más lejos de la superficie de la Tierra que la Luna. Pero como digo los datos son muy imprecisos y tenemos un margen de error de cuatro millones de kilómetros. Por ello, sí existen posibilidades de que impacte con la Tierra: una entre 240.
No obstante, no llaméis a Bruce Willis y Ben Affleck todavía.
Lo que le faltaba a 2020
Simulación del paso del 2018 VP1 por nuestro vecindario. El punto azul es la Tierra; el amarillo, la Luna; y el rosa, el asteroide.
Otro de los datos que nunca faltan en las informaciones sobre el 2018 VP1 es que viene a una enorme velocidad: poco más de 30.000 kilómetros por hora. No obstante, no es el dato más relevante si de verdad queremos evaluar la peligrosidad de este cuerpo celeste. El dato fundamental es su tamaño. Ahí, como bien saben nuestros viejos amigos los dinosaurios, es donde nos la jugamos.
Pues bien, el 2018 VP1 mide dos metros de diámetro. Sí, habéis leído bien. No es un fallo tipográfico. Dos metros de diámetro. Esto, traducido a efectos reales que puede provocar sobre el planeta Tierra, viene a ser la nada más absoluta. Si el asteroide acaba estrellándose contra la atmósfera terrestre a principios de noviembre de este año se transformará en un bonito bólido que quizás podrá ser visto por algún pescador del Pacífico sur. Poco más.
Pero mucho me tomo que todo esto dará igual. Aún quedan meses para noviembre y tenemos tiempo más que suficiente para volver a escuchar (una y otra vez) hablar de este peligrosísimo asteroide que podría impactar con la Tierra. No merece la pena enfadarse. Como mucho, sentarse en la terraza, abrirse una cola light y disfrutar de una buena dosis de ciencia ficción.