Puede que alguno se haya llevado un chasco con lo de Oumuamua, esa especie de "cigarro" espacial que se nos acercaba hace poco y captó la atención de científicos y entusiastas, ya que al parecer no se trata de ningún envío alienígena. Pero lo que se ha descubierto sobre la piedra espacial Hypatia puede que consuele un poco, dado que su composición y estructura es bastante peculiar.
Antes de entrar en detalle en la historia, empecemos con las presentaciones. Hypatia es el nombre con el que se bautizó a uno de los pequeños fragmentos de lo que podría ser un meteorito hallado en Egipto en el año 1996 por el geólogo Aly Barakat (por Hypatia de Alejandría, una matemática y astrónoma egipcia considerada una pionera en la Historia de las mujeres y la tecnología).
Como explican en Popular Mechanics, Barakat supo identificar la naturaleza única de la roca al encontrar entre otros elementos la presencia de diamantes microscópicos. Y la noticia ahora es que su estructura y composición resultan ser muy raras ya no sólo para la Tierra, sino también para el sistema solar.
Una composición extraterrestre y única
El origen de Hypatia es un misterio y una obviedad al mismo tiempo: se sabe que no es terrícola, eso seguro, pero no se ha podido determinar de qué tipo de cuerpo celeste proviene. Se descartó el origen de un meteorito en 2013 y posteriormente se reveló que tampoco podría haber venido de un cometa.
¿Qué hace descartar esos orígenes relativamente comunes? Su composición, o mejor dicho la proporción de la misma. Una gran cantidad de carbono respecto a una muy pequeña de silicio que invierte lo que suele verse en los meteoritos, según explica la profesora Jan Kramers con respecto al trabajo de investigación al que hacíamos referencia (quien también participó en la investigación de 2013).
[...] En los meteoritos condríticos esperamos encontrar una pequeña cantidad de carbono y una grande de silicio. Pero la matriz de Hypatia tiene una gran cantidad de carbono y una inusual pequeña proporción de silicio.
Además de estos dos elementos, lo que también sorprende es la gran cantidad de hidrocarburos poliaromáticos. No es que per se sean moléculas extrañas (se generan en actividades como la combustión de petróleo, tabaco o residuos, entre otras), pero en este caso son un posible marcador de polvo interestelar, el cual existía antes de que se formase el sistema solar.
Esto lo matiza también Kramers, que a este respecto añade que estos hidrocarburos se convirtieron en los diamantes microscópicos en algún momento, probablemente al chocar contra nuestro planeta (momento en el que se eleva mucho la temperatura, como vimos al hablar de la lluvia de diamantes en laboratorio). Los diamantes ya se han encontrado previamente en meteoritos, de ahí que lo que sorprenda algo más es la presencia de aluminio puro metálico, lo cual es muy poco habitual en el sistema solar, y un compuesto de fósforo y níquel que no se había visto hasta ahora.
Una pequeña piedra que ha venido a desmontarnos teorías
Lo que nos dice todo esto, según explica Kramers, es que Hypatia tendría un origen mucho más lejano que la mayoría de meteoritos, provenientes del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Según apuntan los investigadores se formó en un ambiente a temperaturas muy bajas, puede que por debajo de la del nitrógeno líquido en la Tierra.
El hallazgo ha sido importante no sólo por la roca en sí, sino por lo que puede significar en cuestión del "de dónde venimos". Los investigadores concluyen que hay partes de Hypatia formadas antes que nuestro sistema solar, poniendo en duda la hipótesis de que éste se formó a partir de una nebulosa homogénea de gas.
Lo que queda ahora es seguir analizando esta singular roca con el fin de que su estructura dé alguna pista sobre su origen, y puede que sobre el de el sistema solar. Además, está toda la información que puedan dar misiones como New Horizons, cuya próxima parada más allá de Plutón se presenta cada vez más interesante.
Toda la información | Geochimica et Cosmochimica Acta
Imagen | Lucas
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