El telescopio espacial Hubble ha detectado de la galaxia más lejana jamás descubierta. Esta galaxia, denominada GN-z11, es extremadamente brillante y, según los cálculos que se publicarán en la Astrophysical Journal, existió unos 400 millones de años después del Big Bang. Esto lo convierte casi en una de las galaxias más viejas que podemos observar.
Aunque al Hubble le quedan un par de años para su jubilación (en 2018) y ya se está preparando sus sustitutos, el James Webb y el WFIRST, cien veces más potente que el Hubble; sigue dando alegrías a todos los aficionados a la astronomía. Con éste descubrimiento, además, hemos aprendido las claves para ver mucho más allá de lo que hasta ahroa ahora pensábamos que era posible.
En una galaxia muy muy lejana: la galaxia más lejana nunca vista.
Estamos ante un hito histórico en la astronomía moderna. De hecho, muchos astrónomos pensaban que el telescopio Hubble había llegado a su límite técnico: descubierta el año pasado, la galaxia EGSY8p7 era hasta ahora, con 170 millones de años más, el objeto más distante que habíamos localizado. Durante el último año, era un runrun permanente en la comunidad astronómica que no se podría avanzar mucho más hasta 2018 con la llegada del James Webb.
Por suerte se equivocaban. Según los resultados de la Astrophysical Journal, la galaxia en cuestión se formó a una velocidad veinte veces superior a la de la Vía Láctea, es 25 veces más pequeña y tiene un 1% de la masa total de esta. Ahora se abren nuevos interrogantes, como os contábamos con el descubrimiento de las ondas gravitacionales, la existencia de este tipo de galaxia en épocas tan remotas choca con lo que hasta ahora sabíamos. Como explica Ivo Labbe, cada paso que damos demuestra que nuestro conocimiento del universo temprano es todavía muy limitado.
Imágnees | NASA