Este lunes, un avión de transporte chileno con destino a la Antártida desapareció mientras llevaba a 38 personas en una misión de mantenimiento de la base presidente Eduardo Frei Montalva. La C-130 Hércules había salido desde Punta Arenas, al sur del país, y perdió toda comunicación cuando le faltaba una hora para llegar a su destino.
La aeronave, "transcurridas más de siete horas desde que se perdiera el contacto radial, ha sido declarada como siniestrada", explicaba la Fuerza Aérea de Chile en un comunicado. "Junto a todos los medios aéreos y marítimos nacionales y extranjeros disponibles en la zona, continúan las labores de búsqueda en el sector donde se perdió la comunicación con la aeronave a fin de rescatar a posibles sobrevivientes".
Y es que el C-130 Hércules contaba con dos balsas y los tripulantes estaban entrenados y preparados para situaciones tan adversas como las de la Antártida. Sin embargo, el avión no desapareció en cualquier lugar: lo hizo en el Mar de Hoces (también conocido como el Paso de Drake), uno de los mares más turbulentos del mundo.
El mar más peligroso del mundo
En 1526, durante la expedición a las Molucas de García Jofre de Loaísa, la carabela San Lesmes comandada por Francisco de Hoces, una de las naves de historia más curiosa, se desvió al sur del Paso de Magallanes por una tormenta. Mientras trataban de recuperar al resto de la expedición, el barco descubrió el mar que había al sur de Tierra de Fuego.
70 años más tarde, Francis Drake circunnavegó la Isla Grande demostrando a los geógrafos ingleses que no se trataba de un continente sino de un archipiélago. Desde entonces, la cartografía ha debatido sobre si aquella manga de agua de 800 kilómetros, el pasaje más corto entre la Antártida y cualquier otra masa continental, debía llamarse el Mar de Hoces o el Paso de Drake.
Sin embargo, de lo que no hay ninguna duda es de que se trata, y con diferencia, de uno de los mares más peligrosos del mundo. Como no hay ninguna masa de tierra significativa a esas latitudes, la corriente circumpolar antártica se mueve con total libertad generando flujos de agua de 600 veces el caudal del Amazonas y levantando olas de hasta 10 metros de altura.
Por lo que sabemos, hace unos 41 millones de años, los 800 kilómetros de distancia que separan las islas de Diego Ramírez (el punto más austral de América) y las Shetland del Sur eran un paso de tierra. En aquella época, los dos continentes estaban conectados y la interrupción de la corriente circumpolar hacía que el clima de la Antártida fuera mucho mejor. Una vez que se abrió el paso, el territorio del sur se enfrió rápidamente.
Es, por tanto, un mal lugar para perderse. No obstante, la Fuerza Aérea de Chile con ayuda de Uruguay, Argentina, Estados Unidos y varios mercantes siguen a estas horas buscando a los 28 pasajeros del Hércules con la esperanza de que el Mar de Hoces esta vez no haga honor a su fama.