AMD buscó la eficiencia con Polaris y con gráficas como la destacable Radeon RX 480, pero la nueva generación de tarjetas gráficas de esta compañía quiere ponerle las cosas difíciles a Nvidia en el terreno en el que ésta tradicionalmente dominaba: el del rendimiento.
Para lograrlo llega AMD Vega, una nueva arquitectura que está centrada en la potencia y no tanto en la eficiencia, y que se beneficia de la adopción de HBM2 (High Bandwidth Memory) su nuevo estándar para memorias gráficas. Este podría ser el salto de arquitectura más importante de AMD en años, y ya tenemos los primeros detalles de este lanzamiento.
Nuevo enfoque, ahora le toca a la gama alta
Uno de los secretos del buen comportamiento a largo plazo de la arquitectura Polaris fue el uso de la llamada GCN (Graphics Core Next), una serie de microarquitecturas que favorece el paralelismo y que volverá a ser protagonista en AMD Vega. Polaris, como indican en AnandTech, era una versión optimizada de la arquitectura GCN 1.2 (también llamada "GCN 3") para los procesos de fabricación FinFET de 14 nm de AMD.
Esas gráficas de la familia Polaris se comportaban bien en el ámbito de la eficiencia energética, pero no estaban orientadas a conquistar la gama alta. Aquí el mensaje de AMD fue quizás demasiado optimista y creó expectativas falsas, pero la decepción causada por Polaris —si es que realmente existió— debería ser mitigada totalmente con AMD Vega.
Bienvenidos a los nuevos Next Compute Unit (NCU)
La nueva generación de unidades de computación (Vega NCU) es otro de los pilares de esta nueva arquitectura en la que se pueden ejecutar hasta 512 operaciones de 8 bits por ciclo de reloj (o bien 256 operaciones de 16 bits, o 128 operaciones de 32 bits por ciclo de reloj) algo que permite optimizar estas operaciones para mayores frecuencias de reloj y para la obtención de mayores IPCs (Instructions Per Clock).
La nueva unidad de computación es capaz de gestionar un par de operaciones FP16 en una única ALU FP32, algo que puede tener un impacto notable a la hora de ejecutar operaciones de menor precisión, que podrán por tanto procesarse en la mitad de ciclos si cumplen con las condiciones necesarias (básicamente, que sean casi idénticas).
El impacto de este tipo de mejora no será siempre aplicable, y si estáis pensando en juegos puede que os encontréis con una decepción, porque estas operaciones de menor precisión o de trabajo con enteros —otro tipo de operación que gana terreno en Vega— tiene impacto directo en la capacidad de la GPU en segmentos como el de las redes neuronales y sus algoritmos de inferencia.
Con las nuevas NCUs se permite optimizar ese trabajo, haciendo que básicamente se pueda obtener más rendimiento en un menor número de ciclos, algo que explicaban hace tiempo en WCCFTech y que es otro de los factores fundamentales en ese nuevo hito del rendimiento que pone a AMD en una nueva dimensión en el segmento de las tarjetas gráficas. Los gamers deberían estar contentos, porque este salto de AMD anima más que nunca un sector que sigue siendo muy relevante.
HBM2, clave del rendimiento de Vega
AMD promete que con Vega contaremos con la arquitectura de memoria más escalable del mundo en materia de procesadores gráficos, pero además destaca la presencia de una caché con un ancho de banda aún más amplio gracias, entre otras cosas, a HBM2, la tecnología que ofrece el doble de ancho que la versión original de esta tecnología.
La capacidad de estos chips también se incrementa, y mientras que en HBM1 había un límite de 1 GB por chip (Fiji solo podía tener 4GB de VRAM) en Vega encontramos cifras que puede ser mucho más altas, y aunque es probable que en principio veamos tarjetas con 8 GB de memoria HBM2, se podría llegar a los 32 GB en ciertas aplicaciones, por ejemplo para modelos destinados a computación intensiva e inteligencia artificial.
La introducción de una nueva arquitectura de memoria mucho más escalable y de componentes como un controlador de caché permite que gestionar grandes cantidades de datos sea aparentemente mucho más eficiente, algo que sobre todo vuelve a ser relevante en cargas de trabajo intensivas pero quizás también en juegos. Aquí AMD mostró datos relativos a 'The Witcher III' y 'Fallout 4', donde se reserva mucha más memoria de la que realmente se usa (casi el doble), lo que hace pensar que habrá también beneficios tangibles en juegos.
¿Cuándo llegarán las primeras tarjetas gráficas basadas en AMD Vega?
Esta es la primera vez que AMD ofrece información detallada sobre su nueva arquitectura gráfica, y aunque como dicen en AnandTech hay aún "mucha tela que cortar", es evidente que los cambios son realmente notables y las ventajas deberían serlo también.
Evidentemente eso no podremos hacerlo hasta tener con nosotros las nuevas gráficas de AMD. La firma no ha dado fechas concretas para el lanzamiento de estos productos, pero AMD ha confirmado la existencia de dos chips Vega que serán los encargados de demostrarnos de qué es capaz esta nueva generación.
Las pruebas y filtraciones que han ido apareciendo parecen poner a Vega por delante de las GTX 1080, y se habla de rendimientos brutos de 12 o 12,5 TFLOPs, claramente por encima de los 9 TFLOPs de las gráficas de NVIDIA aunque, eso sí, con consumos también superiores. Se espera que AMD presente las primeras gráficas de la familia Vega durante este primer semestre de año, así que estaremos atentos.