El coche autónomo de Google ha demostrado ser un pequeño prodigio: ha recorrido más kilómetros que ningún otro y ofrece un nivel de autonomía prometedor.
Sin embargo desde hace unos meses estamos viendo cómo las dimisiones de los máximos responsables del proyecto se han ido produciendo de forma sostenida, y ahora sabemos la razón: Google les estaba pagando tanto por su trabajo que acabaron dimitiendo.
Google ha hecho demasiado ricos a sus empleados
En Bloomberg nos cuentan cómo el sistema de compensación del proyecto era tan excepcional que varios de los miembros más veteranos del equipo "ya no necesitaban la seguridad de su trabajo". Habían ganado tanto dinero que estaban abiertos a otras oportunidades, y varios de ellos han acabado dejando ese proyecto para dedicarse a otros distintos fuera de la empresa.
Google acabó transformando el proyecto de coche autónomo en una división propia llamada Waymo que se sitúa ahora bajo el paraguas de Alphabet, a la que por cierto no le ha ido nada mal en los últimos resultados financieros.
Eso no significa que no le pudiera haber ido mejor. Los gastos que ha generado la división de I+D bajo la que estaba el proyecto de coche autónomo han sido tan excepcionales que la propio CFO de la empresa, Ruth Porat, tuvo que mencionar esas "desviaciones" ya en enero de 2016.
Los gastos operativos en el cuarto trimestre de 2015 crecieron un 14%, algo que Ruth Porat explicaba argumentando que habían estado "principalmente originados por el gasto en I+D, particularmente afectados por los gastos resultantes de los hitos de proyectos en "Otras Apuestas" establecidos hace varios años".
Aunque no daba datos concretos, varias fuentes cercanas a Google declaraban que esas "Otras Apuestas" eran en realidad el coche autónomo, y los hitos del proyecto eran precisamente los objetivos logrados por los responsables del coche autónomo y las compensaciones exageradas que se les habían concedido para tratar de "atarles" al proyecto y que siguieran trabajando en él.
Ya somos ricos, fundemos nuestros propias empresas
La jugada le salió al revés de lo que esperaba a Google: los cambios en el liderazgo tras la marcha de Chris Urmson frustraron a algunos de esos empleados según esas fuentes. El propio Urmson ha fundado la empresa Aurora Innovation junto a Sterling Anderson, ex-ingeniero de Tesla que ahora está en juicios con su anterior empresa.
No ha sido el único movimiento interesante. Otros veteranos del proyecto de Google se fueron para comenzar a trabajar en Otto, una empresa orientada al desarrollo de camiones autónomos, mientras que Bryan Salesky fundó hace unos días Argo AI, otra empresa dedicada a crear sistemas de conducción autónoma que ha recibido 1.000 millones de dólares de inversión de Ford.
El segmento de los coches autónomos está convirtiéndose en uno de los más competitivos en los últimos tiempos, y es evidente que el talento en este área se paga extraordinariamente bien. Tanto que muchos de los ingenieros que trabajaron en proyectos veteranos como el de Google han decidido que esta puede ser su gran oportunidad. Si Google ha ayudado con unos sueldos que les han convertido en millonarios, mejor que mejor... para ellos.
Vía | Bloomberg
En MotorPasiónFuturo | Cómo funciona el coche autónomo de Google