Hace 2400 millones de años ocurrió algo extremadamente raro. La vida era una nota al pie de la una página cualquiera del gran libro del universo. Nada demasiado importante, nada que mereciera demasiada atención.
Y, en "un abrir y cerrar de ojos" geológico de solo 200 millones de años, la atmósfera se llenó de oxígeno y catalizó la evolución de los organismos aeróbicos: el momento de la vida compleja había llegado. El porqué, sin embargo, ha sido un gran misterio.
Las incógnitas de la gran oxidación
La versión oficial es que las cianobacterias, con la fotosíntesis como única arma, produjeron un cambio a escala planetaria llenando el mundo de oxígeno. Suena bien, pero eso no explica el verdadero misterio. Las cianobacterias surgieron unos 300 millones de la Gran Oxidación. ¿Qué pasó durante todo ese tiempo? ¿Por qué el proceso no ocurrió antes? ¿Qué fue lo que apretó el interruptor de uno de los cambios más importantes de la historia de la Tierra?
Hasta ahora ningún mecanismo químico explicaba satisfactoriamente el porqué de este retraso. Ahora Nature Geoscience acaba de publicar un estudio muy interesante que da una explicación geológica. Matthijs A. Smit de la Universidad de la Columbia Británica y Klaus Mezger de la Universidad de Berna han utilizado el registro geológico para encontrar señales de la historia que queda por contar.
Una respuesta rocosa
Y lo que han descubierto es que, durante la Gran Oxidación, no sólo las cifras de oxígeno crecieron más de 10.000 veces: las rocas también sufrieron un cambio químico significativo. Más que significativo, de hecho.
Antes de la gran revolución del oxígeno (como también se la llama), las rocas ígneas tenían altos niveles de magnesio y bajos niveles de sílice como las rocas ígneas de los volcanes actuales. Pero, y esto es importante, también contenían altas cantidades de olivino; un silicato de magnesio y hierro que, como detalle, en contacto con el agua desencadena reacciones químicas que bloquean el oxígeno.
Según los datos del estudio, el olivino era tan abundante como para bloquear todo el oxígeno producido por las cianobacterias. Eso ocurrió durante 300 millones de años: un enorme bloqueo químico. Y eso fue lo que activó el interruptor.
El hecho de que, al mismo tiempo que ocurría la Gran Oxidación, se producía un cambio geológico y el olivino dejó de ser tan abundante. Sin ser bloqueado, el oxígeno se fue acumulando en los océanos, saturó el agua y, de ahí, comenzó a saltar a la atmósfera hasta cambiar la siempre.
"Después de ese cambio, la Tierra se hizo mucho más habitable y adecuada para la evolución de la vida compleja", dicen los investigadores y llevan razón. Fue una feliz oportunidad y es que no hay nada tan poderoso como algo a lo que le ha llegado su momento.