A más de un año del registro de Tesla Motors Colombia S.A.S, la marca ícono de la movilidad eléctrica mundial no ha encendido motores en el país. ¿Qué explica esta pausa prolongada?
El nombre Tesla evoca innovación, disrupción y liderazgo en la industria automotriz global. En enero de 2024, Colombia se sumó a la corta lista de países latinoamericanos donde la compañía de Elon Musk registró una filial local.
El anuncio desató entusiasmo entre inversionistas, entusiastas de la electromovilidad y consumidores que veían en esta movida un paso firme hacia la electrificación del parque automotor colombiano.
Pero hoy, más de doce meses después, Tesla no ha desplegado operaciones, abierto tiendas ni vendido un solo vehículo de manera oficial en el país. Lo que parecía el inicio de una nueva era permanece congelado en el tiempo, sin avances visibles y con muchas preguntas abiertas.
Una llegada que nunca fue
El 4 de enero de 2024 quedó inscrito como el día en que Tesla Motors Colombia S.A.S nació jurídicamente. La expectativa era clara, el país se preparaba para recibir una marca con peso global, que además de comercializar vehículos eléctricos, contemplaba actividades relacionadas con la energía renovable y la infraestructura de carga.
Sin embargo, la creación de una sociedad es apenas el primer paso. Las operaciones comerciales, la instalación de tiendas o centros de servicio y el desarrollo de una red de cargadores son piezas clave que Tesla no ha movido aún en Colombia.
¿Colombia no es prioridad?
Algunos analistas del sector aseguran que el estancamiento puede estar ligado a una reasignación de prioridades dentro de Tesla a nivel regional. Mientras Colombia permanece en pausa, Chile y México han visto un despliegue mucho más decidido.
En Chile, por ejemplo, la compañía abrió su primera tienda oficial en enero de 2024 y rápidamente alcanzó el liderazgo en ventas de vehículos eléctricos en el país, superando incluso a gigantes como BYD. El entorno chileno ofreció condiciones más maduras: mayor infraestructura de carga, políticas públicas consolidadas y un mercado ávido por nuevas alternativas de movilidad.
En México, Tesla no solo comercializa vehículos, sino que proyecta una gigafábrica de gran escala, lo que refleja una apuesta mucho más ambiciosa.
Regulación e infraestructura: ¿barreras para Tesla?
Aunque Colombia ha avanzado en normativas para la movilidad eléctrica, con incentivos tributarios y programas como el Fondo de Ascenso Tecnológico (FOPAT), persisten desafíos importantes. La infraestructura de carga aún es incipiente en comparación con otros países de la región y la burocracia regulatoria puede generar tiempos de espera poco atractivos para compañías con estrategias agresivas de expansión.
Además, el mercado colombiano, aunque creciente, sigue siendo modesto en comparación con otros de la región. En 2024, se vendieron 9.193 vehículos eléctricos, un incremento del 147% respecto al año anterior, pero aún lejos de representar un volumen crítico para una marca como Tesla.
Mientras tanto, otros ocupan el espacio
La ausencia de Tesla ha sido aprovechada por otras marcas, en especial BYD, que lideró el mercado colombiano en 2024 con 3.905 unidades vendidas. Modelos como el BYD Seagull y el Yuan Up captaron buena parte de la demanda, mientras que marcas como Volvo y Kia mostraron también crecimientos explosivos.
Tesla no solo perdió la oportunidad de entrar en un mercado en expansión, sino que dejó el terreno libre para competidores que ya se están posicionando como referentes locales.
¿Una puerta cerrada o una pausa estratégica?
La gran pregunta que flota en el aire es si Tesla llegará finalmente a Colombia o si el registro societario fue apenas un tanteo, una jugada preventiva sin intención inmediata de ejecución.
La falta de comunicación oficial por parte de Tesla contribuye al misterio. La compañía es conocida por tomar decisiones abruptas y poco ortodoxas, y no sería la primera vez que una estrategia regional cambia sin previo aviso.
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