Fieles al calendario de observaciones astronómicos, las Perseidas volverán a dejarse ver como cada verano. Unos meteoros que también son conocidos como lágrimas de San Lorenzo (al aparecer hacia el 10 de agosto, fecha en la que en el año 258 fue quemado dicho mártir en Roma) y que llevan observándose desde hace siglos.
Esta lluvia de estrellas (aunque no son estrellas per se) se puede ver mejor o peor según las condiciones del cielo y depende también del punto desde el cual se observen, así como de la hora. Este año los observatorios calculan que los mejores días de observación serán los próximos 11 y 12 de agosto.
Un rastro hecho fuegos artificiales
El hecho de que podamos ver este fenómeno cada año por las mismas fechas se debe a cuál es el causante del mismo: el cometa 109P/Swift-Tuttle. Básicamente lo que hace la Tierra es "recoger" el rastro que ha dejado este cometa en su paso (polvo y fragmentos de rocas) cuando se acerca al Sol (cada 133 años, la última fue en 1992). Estos elementos (meteoides) quedan en una especie de nube que es atravesada por la Tierra, de modo que se desintegran al entrar a la atmósfera terrestre, y eso es lo que crea las estelas luminosas de la lluvia de estrellas.
El que se vean más o menos meteoros/hora depende tanto del perihelio (el punto máximo de acercamiento al Sol del cometa) como de la fecha y de también de otros astros, no por la posición como comentamos ayer con las imágenes de Marte, sino por la influencia gravitatoria. Concretamente son Júpiter y Saturno, los planetas más grandes del Sistema Solar, quienes provocan los llamados estallidos de actividad de las Perseidas, haciendo que se observen más meteoros.
¿Cómo se espera la actividad para este año? Para las Perseidas se ha registrado desde 80 hasta 400-500 meteoros/hora. Este año, según los cálculos de la Organización Internacional de Meteoros (International Meteor Organization. IMO), el pico de actividad se situará entre las 13:00 y las 15:30 horas UT del 12 de agosto, calculándose el avistamiento de un meteoro por cada dos minutos.
La influencia de Júpiter sí podría ocasionar un aumento de actividad según los astrónomos Mikhail Maslov y Esko Lyytinen. La proximidad del planeta a la órbita del Swift-Tuttle podría haber acercado a la órbita terrestre la nube de meteoros, de modo que la actividad podría ser de 150-160 meteoros/hora, algo que ocurría en 2004. El tiempo que tardan en recorrer este empuje los meteoros es de 22 meses, y dado que la máxima proximidad se alcanzó en noviembre de 2014 puede que efectivamente veamos ese pico de actividad.
Horas y maneras para todos los gustos
Aunque la actividad este año se producirá del 17 al 24 de agosto, como decíamos antes la mejor noche para la observación será la del 12 al 13 de este mes, si bien la noche anterior hay también posibilidad de ver estelas. Aquí lo ideal es ir a zonas sin contaminación lumínica, sobre todo entre las 2:00 y las 6:00 según la predicción el astrónomo Jérémie Vaubaillon, esperándose que ahí pasemos la parte más densa de la nube.
Según la Federación de Asociaciones Astronómicas de España (FAAE) lo mejor es empezar la observación a esa hora, a las 2:00 de la madrugada (tumbados con los pies mirando al noroeste) y dar tiempo para que la Luna desaparezca (estará en cuarto creciente). Es recomendable tener algunas referencias estelares como la constelación de Perseo o la de Pegaso, para localizarlas podemos echar mano de las apps que hay para móviles (aquí tenéis algunas para iOS, Android y Windows Phone).
Si queremos ir a lo seguro y preferimos la observación desde el sofá, está la emisión desde Skylive.tv, con la colaboración del Centro Extremeño de Tecnologías Avanzadas (CETACIEMAT), el Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC) y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
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