El Gobierno colombiano decretó un aumento del 9,54 % en el salario mínimo para el año 2025, lo que impactará significativamente el costo de contratación para las empresas del país.
A partir del primero de enero, alrededor de 11 millones de trabajadores formales recibirán un salario mensual de 1.423.500 pesos, más un subsidio de transporte de 200.000 pesos, alcanzando un ingreso total de 1.623.500 pesos.
Este incremento, equivalente a 124.000 pesos respecto al año anterior, traerá consigo un costo adicional cercano a los dos millones de pesos por cada empleado para las empresas.
Incremento
Con el ajuste, cada día laborado representará un ingreso de 47.450 pesos para el trabajador, y cada hora de trabajo costará al empleador 5.931.25 pesos. Sin embargo, los gastos empresariales no se limitan a los salarios.
Las empresas deben cumplir con diversas obligaciones legales, como pagos a la seguridad social, prestaciones sociales y contribuciones parafiscales, que elevan considerablemente el costo real de contratar personal.
Costos de seguridad social
El empleador debe asumir varios aportes a la seguridad social:
- Salud: 8,5 % del salario mensual, que con el nuevo mínimo equivale a 121.000 pesos.
- Pensión: 12 % del salario, lo que representa 170.820 pesos.
- ARL: El aporte varía según el nivel de riesgo laboral, oscilando entre 7.431 pesos (riesgo bajo) y 99.076 pesos (riesgo alto).
El trabajador, por su parte, contribuye con el 4 % de su salario a pensión, lo que equivale a 56.940 pesos.
Prestaciones sociales y otros pagos
Las empresas también deben realizar otros desembolsos obligatorios, como las prestaciones sociales.
Estas incluyen dos primas de servicios al año, cada una equivalente al 50 % del salario más el subsidio de transporte (812.000 pesos aproximadamente por cada una), cesantías equivalentes a un mes de salario por cada año trabajado, junto con un 12 % anual de intereses sobre dicho valor, y vacaciones equivalentes a 15 días de salario por cada año laborado.
El aumento del salario mínimo para 2025 representa un alivio para los trabajadores colombianos, quienes verán un incremento en sus ingresos, pero también plantea retos importantes para los empleadores.
El costo adicional de cerca de dos millones de pesos por empleado podría dificultar la contratación y la sostenibilidad de muchas empresas, en un contexto económico ya de por sí desafiante.
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