Nissan tiene planes muy ambiciosos para el futuro de sus coches, y recientemente hemos acudido a París con motivo de la celebración de la cumbre COP21 del cambio climático para verlos de primera mano. Para el fabricante japonés el coche eléctrico no sólo protagonizará nuestros desplazamientos, sino que además cobrará un papel muy importante en el consumo energético de las grandes urbes.
El secreto: las baterías. Ahora mismo el modelo más reciente del Nissan Leaf posee una batería de 30 kWh, que puede ir más allá de permitir desplazarnos 250 km con ese coche y ayudar a la misma red eléctrica a superar ciertas situaciones sin emitir gases contaminantes.
El proyecto vehicle-to-grid
A grandes rasgos, lo que quiere hacer Nissan es convertir las baterías de todos los coches eléctricos que circulen en una gran ciudad en una especie de central eléctrica móvil. Llaman a este sistema "Vehicle-to-Grid" o V2G: cada coche conectado a la corriente podría dar energía a las casas y las oficinas en horas de más necesidad y recargarse durante la noche.
En horas de más necesidad energética todas las baterías de los coches aparcados podrían permitirnos ahorrar energía (y dinero), y en situaciones de emergencia como por ejemplo un apagón general podrían evitarnos muchos problemas. Se estabilizaría la demanda de la red eléctrica general, que vería en las baterías un modo de poder equilibrar momentos de alta y baja necesidad de energía mejorando la eficiencia. Y todo ello, "sin contaminar".
Y digo "sin contaminar" entre comillas porque hay que tener en cuenta cómo se genera la energía que permite la carga de las baterías, aunque Nissan también ha pensado en ello. A largo plazo, su plan es que la carga de esas baterías venga completamente de fuentes renovables y no contaminantes. Se crearía un ciclo de energía limpia y red eléctrica estabilizada que superaría en eficiencia a lo que tenemos ahora mismo.
Y más a largo plazo, a medida que la tecnología de las baterías mejore y aparezcan formas más eficientes de carga, podríamos llegar a tener lo que veis en la imagen superior: una plaza de aparcamiento en la que un coche eléctrico podría cargarse directamente por inducción.
La "segunda vida" de las baterías
Nissan también tiene puesto mucho empeño en otra idea para aprovechar las baterías de sus coches, cuya longevidad suele ser más larga que el vehículo. Es decir: la batería sobrevive al coche una vez éste muere. ¿Por qué entonces tirarla con el resto del automóvil? El proyecto Second Life Battery de Nissan quiere aprovechar esas baterías.
Las baterías de los coches eléctricos que vayan al desguace pueden convertirse en baterías para hogares y oficinas
¿Cómo? Convirtiéndolas en baterías destinadas a hogares o a edificios de oficinas. Del mismo modo con el que las Tesla Powerwall alimentarían una casa, pero con mucha más potencia en kWh (De 7 a 30, y en el futuro hasta 60) y aplicando la eficiencia que pueden aportar en el proyecto V2G que hemos comentado.
Un ejemplo que viene directamente de Colin Lawther, Vicepresidente Senior de Nissan: una casa en la que paneles solares recogerían la energía del sol para alimentarla durante el día y al mismo tiempo acumular energía en esa batería de coche reciclada como batería de hogar. Y cuando llueva o sea de noche, utilizar esa batería como fuente de energía e incluso vender esa energía que nos sobre a la red eléctrica.
Si se hace bien, los números cuadran. Un hogar podría tener placas en el tejado para autoalimentarse, vender energía sobrante a la red eléctrica y además cargar un vehículo eléctrico. Sería una casa de cero emisiones, mucho más eficiente.
La conducción autónoma como puerta a ciudades más libres de coches
Una cifra que nos dicen desde Nissan: el 30% de los coches que circulan en una gran ciudad lo hacen simplemente porque están buscando aparcamiento. Una red de coches autónomos podría eliminar de raíz ese problema ya que éstos sabrían directamente dónde aparcar. Dejarían a los pasajeros en el destino indicado, y se marcharían con una ruta fijada.
Un estudio que presenta un escenario muy similar y que ya vimos en Genbeta, en la que una red de coches compartidos se encargaría a transportar a los habitantes de una ciudad como Lisboa. El resultado: un 90% menos de coches en esa ciudad. Compartí esta cifra con Richard Candler, Gerente en Nissan Europa, quien compartió su reacción tras la pregunta de si algo así puede ser posible de forma privada o como servicio público:
No es una tarea simple, pero tampoco imposible. Podríamos aparcar todos esos coches lejos del centro de la ciudad, creando más espacio. Hemos estudiado por ejemplo grandes edificios que servirían sólo para aparcar esos coches, "amontonándolos" como una colmena para aparcarlos y solicitarlos cuando mejor nos convenga. Ahora mismo creo que la conducción autónoma trata sobre darnos a nosotros más oportunidades de generar negocio.
Richard también ha comentado cómo en la Unión Europea ya se están dando pasos para crear un estándar que afecte a todos sus países en cuanto a conducción autónoma y que "será un paso clave para la adopción masiva" de esos sistemas. Todo irá por fases: primero los coches tienen que aprender a conducir, luego a cambiar de carriles, luego a superar situaciones poco comunes... "a medida que todo esto vaya apareciendo las regulaciones se desarrollarán al mismo tiempo", dice Candler.
¿Cuando? Nissan lanzará su primer sistema en 2016 para Japón, y en 2017 veremos lo mismo en Europa. No es un proyecto a largo plazo, veremos los primeros coches autónomos en pruebas para dentro de poco tiempo.
El caso especial de España
Durante todas las charlas y conversaciones con ejecutivos de Nissan que tuve en París, los ejemplos de eficiencia y buenos avances en conducción eléctrica y autónoma suelen ser los países nórdicos, Dinamarca o Alemania. ¿Qué hay de España? Debido a las regulaciones, en Nissan suspiran y miran al horizonte cuando se acuerdan de nuestro país. Aún así, se atreven con algo de optimismo.
"Es sólo una cuestión de velocidad", dice Richard Candler. "La solución definitiva es el vehículo eléctrico, y sólo depende de la velocidad de adopción que haya conducida por la concienciación y la aceptación de los usuarios. Hay clientes más abiertos a esto que otros, y nosotros vamos a ir a concienciar a esos usuarios más abiertos para que sean los que lideren esa adopción."
Richard también menciona los incentivos en forma de medidas como las que se han tomado recientemente en Madrid debido a su polución, que ayudan a que la gente se de cuenta de que estamos ante un problema cada vez más urgente a solucionar.
Paul Willcox, presidente de Nissan Europa y con quien también hemos podido charlar, coincide en decir que la adopciónn variará mucho en cada país en el que sus sistemas se implementen al mismo tiempo que admite dificultades en ciertos mercados:
Está claro que para nosotros es muy difícil influenciar a gobiernos y compañías eléctricas, pero con el tiempo las presiones van a ser cada vez mayores. Los gobiernos deberían tener cuidado con lo que dicen, porque lo que se necesita para solucionar los problemas que tenemos ahora mismo es ser mucho más progresista. Creo que esto no va a ser fácil según en qué países, pero también creo que una vez se demuestre la viabilidad de todo esto en mercados como el de Dinamarca y se vea que hay ventajas para el consumidor y también para las empresas la adopción se acelerará. Es sólo cuestión de tiempo. Tiene que ocurrir.
Gareth Dunsmore, director global de los vehículos eléctricos en Nissan, añade que agradece las primeras iniciativas estén tomando forma en España: red de taxis eléctricos y ventajas para esos coches en Barcelona, medidas anti-polución en Madrid...
Necesitamos enfocar la llegada del vehículo eléctrico de forma diferente en cada país. En España, tras invertir con nuestras fábricas en la zona de Barcelona, queremos seguir retando al gobierno a que haga cambios a nivel nacional y a nivel regional, especialmente en Cataluña y Madrid, para asegurarnos que rompemos barreras de mobilidad.
En España tenemos que romper con la creencia de que no hay puntos de carga. Hay menos que en el Reino Unido, Noruega o Alemania, pero eso no es debido a nuestra falta de voluntad. Queremos pedirle consistencia al gobierno español, que ya ha dado los primeros pasos colocando incentivos para los vehículos eléctricos pero que necesita más consistencia en esas iniciativas ya que si no la hay se crea miedo entre los posibles compradores de un coche eléctrico.
Queremos invertir más en España, ya que ahí es donde tenemos fábricas, donde se crea el furgón eléctrico NV-2000. Es un mercado muy importante para nosotros, y tenemos ganas de ver cómo crece el uso del coche eléctrico en Cataluña y en Madrid.
Gareth termina con un dato interesante respecto a la adopción de los vehículos eléctricos: las noticias sobre la polución en las grandes ciudades aparecen con cada vez más frecuencia, y cada vez que una ciudad entra en alerta las visitas a la web de coches eléctricos de Nissan se multiplica varias veces.
Y por eso, en Nissan guardan cierto optimismo: cada vez hay más concienciación, y aunque en unos países se adelanten las cosas más que en otros la llegada de los coches eléctricos y los sistemas de eficiencia energética inteligentes pueden llegar más pronto de lo que nos imaginamos.
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