En ocasiones aquí hablamos de edificios ecológicos o sostenibles, pero este de Dinamarca es un tanto especial porque va algo más allá. Se trata de un edificio multiusos, con la particularidad de que siendo una planta de procesamiento de residuos esperan que sea una gran atracción turística.
Se trata del edificio conocido como Copenhill, aunque su verdadero nombre es Amager Bakke, situado en Copenhagen. El diseño y la arquitectura desde luego son llamativos, pero el resto de características no dejan de ser interesantes, como su composición o esos usos que ya hemos mencionado, y todo está muy encarado a que sea un buen recurso turístico para que al final el plan salga bien.
¿Ir a Dinamarca a ver cómo se recicla? Pues vaya planazo
No es exactamente esa la idea. El Copenhill es, además de una planta de procesamiento de residuos, una rampa de esquí de 600 metros, un muro de escalada (el muro artificial de escalada más alto del mundo ni más ni menos, según recordaban en Inhabitat) y alberga también un restaurante, además de salpimentar el centro de la capital con esa estampa modernista.
Porque como recuerdan en Bloomberg el edificio está muy bien situado, céntrico aunque dando al mar, cerca de otros puntos de interés como la Ópera Nacional y a menos de 15 minutos del aeropuerto. ¿Y por qué es importante el turismo para cumplir objetivos? Porque Copenhill es muy verde, pero no ha sido barato.
Según aproximaban ya en Inhabitat el coste del edificio rondaría los 632 millones de dólares, siendo finalmente 660 millones. La financiación corrió a cargo de varios distritos que se verían beneficiados de la energía y el agua caliente que las instalaciones proveerán, y la idea es que más de 300.000 turistas visiten el edificio al año, habiendo entre ellos 65.000 esquiadores.
La idea es que más de 300.000 turistas visiten el edificio al año, habiendo entre ellos 65.000 esquiadores
Reclamos tampoco le faltan, porque además de la ubicación, las instalaciones y las miles de fotos que se le tomarán, está esa chimenea que además de llamativa tiene otra función llamativa: echa anillos de vapor.
Objetivos tan ambiciosos como verdes
Más allá de incentivar el turismo, la idea es que realmente compense a nivel de sostenibilidad y energético. Lo que se calcula es que la planta podrá procesar un total de 400.000 toneladas de residuos al año para proveer de agua caliente a 160.000 casas y electricidad a 62.500 hogares, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 100.000 toneladas por año.
No en vano, la ciudad se ha planteado como objetivo ser la primera ciudad neutral a nivel de carbono en 2025. Algo a lo que se van acercando reduciendo las emisiones desde 2005 en un 33%, según el alcalde afirmaba a Bloomberg, calculando que Copenhill haga que este porcentaje aumente a un 99,5% en lo sucesivo.
Margen tiene, dado que para alcanzar el objetivo de 2025 se han de eliminar 928.000 toneladas de CO2 atmosférico. Por el momento la cosa va bien, ya que al parecer el aire que rodea la planta es más sano que el que se respira en el centro de la ciudad.
El edificio con el muro de escalada artificial 84 metros, la pista de esquí de 600 metros y el techo con una arboleda ya fue inaugurado en marzo de 2017, aunque aún hay objetivos que cumplir como el que funcione únicamente con biomasa (en 2020). Está construido en placas de metal que controlan la exposición solar y diseñado para recoger el agua de lluvia para el riego de su propia vegetación.