Es difícil hacerse a la idea de la profundidad que alcanza la Fosa de las Marianas. Por suerte, con 750.000 dólares en el bolsillo, no hace falta "hacerse a la idea": EYOS Expeditions y Caladan Oceanic se han aliado para llevar a tres turistas al fondo del abismo de Challenger, el punto más profundo de la Tierra.
A 10.900 metros de profundidad, concretamente. Por eso no es extraño que, como decía Rob McCallum, uno de los fundadores de EYOS Expeditions, "Este es el destino más exclusivo de la Tierra. Actualmente, solo se han realizado tres expediciones tripuladas y más personas han ido a la luna que al fondo del océano. 4.000 personas han estado en el Everest y 562 en el espacio; solo 7 han llegado a abismo Challenger".
¿El más allá del turismo submarino?
Según cuentan, la expedición usará el Limiting Factor, un submarino de Caladan Oceanic especialmente diseñado para soportar altas presiones y que ya se ha sumergido cinco veces hasta el fondo de la Fosa de las Marianas. Según explican, el submarino consta de una cápsula titanio de 90mm de grosor para asegurar la seguridad del viaje y consta de tres puestos de visualización.
No obstante, como día al principio, cuando hablamos de este tipo de cosas es muy complicado tener referencias claras. Según Bloomberg, los buceadores recreativos raramente van más allá de los 100 metros e incluso los submarinos típicos suelen quedarse mucho antes del kilómetro de profundidad. Llegar a los diez kilómetros, según cuentan, es algo completamente distinto: aunque "no se tiene sensación de ingravidez como si estuvieras en el espacio", el entorno "es realmente pacífico y prácticamente no hay sensación de movimiento en ninguna dirección".
¿Es caro pagar 750.000 dólares por ser una de las primeras 15 personas en llegar al suelo del mundo? Sí, la verdad es que es un 'poco' caro. Es cierto que no es comparable, pero lo primero que nos viene a la mente fueron los 100.000 dólares que se pidieron por visitar los restos del Titanic. Sea como sea, no parece precisamente un viaje de "gama de entrada".
Victor Vescovo, el fundador de Caladan Oceanic, es consciente, pero explica que la extraña propuesta está orientada a encontrar un modelo de negocio que permita a la empresa seguir explorando las profundidades. No está claro cómo afectará la epidemia del coronavirus al proyecto: había dos expediciones ya reservadas para mayo y su futuro es incierto. Sin embargo, todos esperamos que no les vaya mal porque, en su caso, más bajo no se puede caer.
Imagen | EYOS Expeditions