A WhatsApp le interesa enfatizar que la seguridad de tus datos e información es su mayor prioridad. Por eso, la popular aplicación de mensajería implementa periódicamente nuevas medidas para proteger a sus usuarios de estafas, fraudes y demás amenazas del paisaje digital.
Pero esta vez, aunque a primera vista parecería que han dado un paso en la protección de la privacidad al bloquear las capturas de pantalla de las fotos de perfil, en realidad, es un paso tan parcial que no sirve absolutamente para nada.
Empecemos por reconocer que el tema de las capturas de pantalla indeseadas no es lo que se dice el más prominente entre los riesgos de seguridad asociados a WhatsApp. No solo porque la foto de perfil fue escogida por el usuario para, precisamente, ser pública, sino porque uno diría que hay asuntos más apremiantes en áreas como el robo de información, las estafas, las apps falsas y la filtración de copias de seguridad.
Pero, bueno, no está de más protegerla, ¿verdad? Y es justo lo que hizo WhatsApp en la más reciente beta de su app para Android. Excepto que…
Excepto que solo en Android, no en iOS.
Y excepto que solo en la app, no en WhatsApp Web.
Y excepto que solo en perfiles individuales, no al interior de un grupo.
Y excepto que solo en la ventana del perfil, la miniatura en la vista previa del chat también se puede capturar (aunque, es cierto, con una calidad inferior).
Todo esto echa por tierra cualquier pretensión de estar mejorando la seguridad de absolutamente nadie. Un mayor cuidado de la privacidad en WhatsApp es una cuasa digna, necesaria, pero medidas tibias como estas no van a llevarnos allá.