En Yahoo! tienen problemas serios. En realidad la situación no es nueva y hace meses -por no decir años- que una de las firmas legendarias de internet pasa por apuros de los que no acaba de salir a pesar de los esfuerzos de sus directivos.
La que fuera niña bonita de todo el universo internet tuvo muchas oportunidades para ser aún más grande, pero parece claro que sus decisiones en cuanto a las adquisiciones han sido desastrosas: o compraban empresas adecuadas para luego abandonarlas, o no adquirían aquellas que podrían haber cambiado el curso de su historia. ¿Qué le ha pasado a Yahoo!?
Poca visión
Una y otra vez hemos visto como a lo largo de los años Yahoo! se ha equivocado de forma notable en sus adquiciones. La tendencia se inició justo con aquella burbuja de las puntocom. Yahoo compraría Broadcast.com en 1999 por 5.700 millones de dólares y lo convertiría en Launchcast para luego experimentar con esa idea hasta quedar claro que el mundo no estaba preparado para lo que hoy ha dado de sí el mundo del streaming de audio.
Tomaron una decisión igual de mala con Geocities. Cuando la compraron en 1999 por 3.600 millones de dólares esta era una de las comunidades con más tráfico del mundo, pero la dejaron prácticamente desaparecer sin realizar mejoras ni invertir en su desarrollo, transformación y adaptación a los nuevos tiempos.
Yahoo también invirtió en empresas como Overture Services (2003, 1.600 millones de dólares) o Right Media (2007, 680 millones de dólares) para impulsar su negocio publicitario, pero el resultado ha sido desigual sobre todo tras la cada vez mayor relevancia e influencia de AdWords (Google, por ejemplo, sí acertó con DoubleClick en 2008 cuando pagó 3.100 millones de dólares por ella). Kelkoo fue otra compra fallida: pagaron 600 millones por ella en 2004 y acabaron vendiéndola en 2008 por una cuarta parte de esa cantidad tras ver que aquello no funcionaba como esperaban (y no reaccionar de otro modo para tratar de solucionarlo).
Otra de las adquisiciones fallidas fue Hotjobs.com en 2002. Pagaron 436 millones de dólares por un negocio que podría haberse convertido en el gigante de las ofertas de empleo en internet. En lugar de eso Monster Worldwide acabó haciéndose con ella finalmente por 225 millones de dólares -pujó con Yahoo! en la compra original, así que se ahorró un dineral- y Yahoo! fracasó en otra de esas aventuras en las que luego no supo o no quiso invertir.
Tenemos casos más recientes, desde luego: Yahoo! pagó 1.100 millones de dólares por Tumblr en mayo de 2013, algo que a priori le daba la posibilidad de captar a una población de usuarios jóvenes. Por aquella misma época Facebook compraba Instagram, y tres años después ha quedado patente cuál de las dos redes sociales es más popular y ha sabido integrar mejor las tendencias y necesidades de los usuarios. Instagram es hoy por hoy un gigante en plena expansión, mientras que Tumblr se ha convertido en otro de los grandes olvidados. Solo su inversión en Alibaba parece haberse salvado de la retahíla de decisiones erróneas en su política de adquisiciones.
Grandes oportunidades perdidas
Sin embargo todos esos errores quedan ensombrecidos cuando uno comprueba cómo Yahoo! tuvo la oportunidad de comprar o al menos licenciar la tecnología de Google en 1998 y no lo hizo. En realidad no solo fue error de Yahoo!: otras empresas e inversores fueron incapaces de ver el potencial del negocio de Google.
Aquel primer tropezón con la piedra no sería el único en este caso. Cuando dos años después en plena burbuja puntocom las búsquedas demostraron ser claves para el negocio de varios gigantes de internet quedó claro que Yahoo! no estaba preparada para competir en los mismos términos, así que decidió llegar a un acuerdo con Google para que ése fuera el motor de las búsquedas en yahoo.com.
Aquel acuerdo fue mucho más favorable para Google de lo que hubiera sido cualquier acuerdo al que hubieran llegado en 1998. Yahoo! no solo repitió el error: esta vez las consecuencias fueron mucho peores porque supusieron la plataforma definitiva de lanzamiento del buscador de Google y su transformación en el referente absoluto del sector. Pero esperad, porque aún hay más.
En 2002 Yahoo! volvió a tener la oportunidad de hacerse con Google en 2002. De hecho Terry Semel, el CEO de la empresa en aquel momento, ofreció 3.000 millones de dólares a Larry Page y Sergey Brin, pero estos rechazaron el pastel. Para ellos la empresa valía al menos 5.000 millones, algo que Semel decidió que era imposible. Después de todo los ingresos de Google en aquella época rondaban los 240 millones de dólares anuales por los 837 millones anuales de Yahoo!.
Como explican en Wired -no os perdáis el artículo, casi podrían haberlo escrito ayer cambiando nombres-, aquella compra hubiera sido más bien una fusión porque Yahoo! hubiera tenido que invertir prácticamente todos sus activos en la adquisición. Pero claro, Semel no tenía ni idea de lo que estaba en sus manos. Este ex-pez gordo de Hollywood apenas había usado el correo electrónico en su vida: pretendía convertir a la empresa en un gigante de los medios, y dejó clara su opinión: "5.000 millones, 7.000 millones, 10.000 millones. No sé lo que vale [Google], y vosotros tampoco", le dijo a su equipo. "¡Ni de coña vamos a hacer esto! [adquirir a Google]". El resto, como suele decirse, es historia.
Más triste si cabe fue la forma en la que desaprovecharon el potencial de una adquisición tan prometedora como la de Flickr, que además le salió a precio de chollo: apenas 40 millones de dólares (entre 22 y 25 según otras fuentes). El servicio estrella para los que amaban la fotografía acabó actualizándose tarde -aunque lo hizo con varios aciertos- y con trazas que lo dejaban con ser intención de ser un "me too" en el ámbito de la fotografía móvil.
Aquella batalla ya la habían ganado Instagram o Facebook, y una vez más Yahoo! perdió una oportunidad colosal para lograr captar a la siguiente generación de usuarios. Lo que hicieron con Flickr se repitió una y otra vez -tenemos otro ejemplo claro en Delicious, otra de las legendarias de la pasada década- y Yahoo! se convirtió por derecho propio en la empresa cuyas acqui-hires (compran la empresa, pero solo les interesa el talento de sus fundadores y plantilla, no el producto) acababan destrozando aquellos servicios que los usuarios amaban.
Otro de los grandes errores que quedan patentes a toro pasado -qué fácil es hacer estos análisis con esa perspectiva- es la oportunidad que dejaron pasar con Facebook. Yahoo! estuvo a punto de comprar Facebook en 2006 por 1.000 millones de dólares, pero el precio de sus acciones en aquel momento hizo que bajaran la oferta a 850 millones de dólares, algo que hizo que Zuckerberg rechazara el acuerdo. Hoy en día la valoración de Facebook supera los 300.000 millones de dólares, un dato que una vez más debería dejar claras las cosas.
Pero cerremos capítulo con otro error garrafal: el de rechazar la oferta de Microsoft, que quiso comprar a Yahoo! por 44.000 millones de dólares. El consejo de dirección de Yahoo! no pareció contento con la propuesta y la empresa de Redmond acabaría retirando la oferta, algo por lo que desde luego pueden respirar tranquilos -aunque por lo visto lo volvieron a intentar años después-. Hoy Yahoo! tiene una valoración de 22.000 millones de dólares... y bajando. Terrible.
El Blog Salmón | El negocio tradicional de Yahoo vale, sobre el papel, apenas 5.000 millones de dólares