En octubre de 2015 conocimos a Tabby, inicialmente bautizada con el nombre genérico KIC 8462852. Una estrella que brilla con luz propia como todas, pero que no lo hace de la manera que lo hacen de manera habitual, y por su patrón de luz la estrella Tabby es aún un misterio sin resolver y por tanto algo que tras años sigue volviendo locos a los astrónomos.
KIC 8462852 captaba el interés de los investigadores por su extraño patrón de brillo, llegándose a plantear incluso que hubiese una megaestructura "artificial" girando a su alrededor (siendo "artificial" un eufemismo de alienígena). Poco a poco se ha ido sabiendo más de ese patrón de luz único, pero Tabby es un hueso duro de roer incluso con el instrumental más avanzado y cientos de cerebros centrados en resolver las incógnitas.
Tirando de la comunidad
El espacio es enorme (aún no sabemos ni cuánto), y con todo lo que hay que observar las agencias espaciales no dan abasto. De ahí que surjan iniciativas de colaboración como Backyard Worlds: Planet 9, del cual hablamos en el descubrimiento de una enana marrón que se le había escapado a la NASA por unos aficionados.
Esto no es nuevo, y otro de esos programas fue Planet Hunters, con el fin de que los aficionados a la astronomía echasen una mano en el estudio de las 150.000 estrellas que capturaba el telescopio Kepler. Y gracias a esto fue descubierta KIC 8462852.
Desde un principio vieron que el patrón de luz de la estrella era único dado que parecían estar girando masas grandes de materia en formación cerrada y no se trataba de una estrella joven (dado que de serlo este fenómeno hubiese sido normal). Uno de los científicos que publicaron al respecto fue Tabetha Boyajian, que de hecho fue su descubridora, y de ahí que a la estrella se la conozca como Tabby.
La unión (de cerebros y de dinero) hace la fuerza
Tras meses de estudio y múltiples hipótesis, como decíamos al principio sin descartar un origen alienígena, el año pasado los investigadores Ben Montet Joshua Simon demostraron que el brillo de la estrella se había reducido en un 3% en casi un año a un ritmo irregular, disminuyendo su luz a un ritmo del 0,34% anual durante los 100 primeros días y subiendo hata un 2% durante los siguientes 200 días. De este modo, corroboraron además que la estrella había reducido su brillo en casi un 20% desde el siglo XIX, lo cual se había considerado un error de cálculo.
¿La solución? Un Kickstarter. Eso fue lo que puso en marcha Tabheta Boyajianm para poder seguir investigando y llegó a recaudar 107.421 dólares, con los cuales podía costear un año de investigación en el Observatorio Las Cumbres. Y la historia sigue.
Lo último que sabemos de Tabby, y aún no lo sabemos todo
En mayo Tabby saltó las alarmas de sus observadores de nuevo mostrando variaciones fuertes de brillo, dado que esto ofrecía otra nueva oportunidad para estudiar su particular comportamiento, como contaron en Phys.org. Fue en este caso una reducción muy llamativa.
ALERT:@tsboyajian's star is dipping
— Jason Wright (@Astro_Wright) 19 de mayo de 2017
This is not a drill.
Astro tweeps on telescopes in the next 48 hours: spectra please!
¿Y qué hay entonces de las investigaciones? Según explicaban en Naukas el pasado mes de agosto, la principal novedad que había sobre los misterios de Tabby era que se había confirmado que la mengua gradual de su brillo se produce también en el espectro de radiación ultravioleta y en el de infrarrojo, siendo más intensa en el visible y en el ultravioleta que en el infrarrojo. Traducción: lo que está causando ese patrón tan irregular de brillo durante tantos años se compone de partículas microscópicas (por tanto, nada de megaestructuras alienígenas).
Pero no, no se sabe aún el motivo de que la estrella tenga este extraño patrón de luz. Aún se está teorizando, y de hecho no sólo se trata de explicar un fenómeno anómalo, sino de dos, ya que hay una variación de brillo a corto plazo y una a largo plazo.
- Disminución de brillo a corto plazo: más irregular y que puede ser muy intensa (hasta un 20%). Una de las teorías más populares es que Tabby sea una tragona, literalmente, y que estas breves variaciones de brillo se deban a espasmos de la estrella tras absorber uno o varios planetas enteros. De hecho se habla de un sistema de planetas y asteroides troyanos (que acompañan al planeta en su órbita) que serían los causantes de las variaciones erráticas, pero esto no acaba de encajar con el cambio de brillo a largo plazo (por cierto, el trabajo sobre esta teoría es de investigadores de la Universidad de Valencia).
- Disminución de brillo a largo plazo: una de las ideas con más peso es que se deba a la irrupción de algún material situado cerca del sistema solar, aunque explicar este tipo de variación del brillo les está siendo algo más difícil y por ejemplo la teoría de que se deba al ciclo natural de la estrella tiene bastantes puntos que solucionar. El trabajo de Jonathan Katz es uno de los que apoya esta teoría, sugiriendo que podría haber un anillo de material (con trozos de unos 600 metros) bloqueando la luz de la estrella.
El equipo de Boyajian sigue trabajando en encontrar la explicación para los dos tipos de variación de brillo y, pese a tener instrumentos cada vez más precisos y muchas mentes pensantes dedicadas a ello bien por trabajo o bien por pasión, parece que aún queda un buen tramo de camino que recorrer hasta dar con ello. No obstante, no deja de ser una historia curiosa entorno a una estrella que lo es más, contando incluso con la hipótesis de haber sido en cierto modo un hogar alienígena.
Imagen | NASA
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