La NASA, junto con un conjunto de colaboradores internacionales, está a punto de embarcarse en una ambiciosa fase de misiones lunares, que podrían replantear para siempre nuestra comprensión del espacio y de nuestra presencia en mundos distintos a este.
Sin embargo, estas empresas vienen con un desafío único, encontrar una manera de sincronizar el tiempo entre la Tierra y la Luna y, para eso, definir un Tiempo Lunar Coordinado (LTC).
Por el papel preponderante que tiene su agencia espacial, Estados Unidos, bajo una directiva específica de la Casa Blanca, liderará la ofensiva, que busca desarrollar con éxito el programa Artemis y, de paso, afirmar el dominio de Washington en la arena espacial global.
El LTC es parte esencial de esa ofensiva, en la que representa una iniciativa con el potencial de revolucionar la forma en que llevamos el tiempo más allá de nuestro planeta. La NASA tiene la tarea de desarrollarlo para 2026.
No es tarea fácil
Si bien la coordinación del tiempo en la Tierra es relativamente sencilla, los principios de la relatividad einsteiniana introducen complejidades cuando se trata de otro cuerpo celeste.
En este caso, a pesar de su proximidad, el tiempo transcurre de manera diferente en la superficie lunar.
Es así: La teoría de Einstein postula que el tiempo se mueve a diferentes velocidades dependiendo de las fuerzas gravitacionales. Por lo tanto, el tiempo corre un poco más rápido en la Luna en comparación con la Tierra. Esta diferencia aparentemente minúscula se vuelve crucial a medida que la humanidad pone su mirada en el establecimiento de una presencia lunar sostenible.
Los expertos estiman que un reloj lunar ganaría aproximadamente 56 microsegundos por día terrestre. La urgencia de implementar LTC se alinea con el cronograma del programa Artemis, que devolverá a los astronautas de la NASA a la superficie lunar para 2026.
Sobre la base de los esfuerzos anteriores, incluido el llamado de la Agencia Espacial Europea para estandarizar el cronometraje lunar y el Reloj Atómico del Espacio Profundo (DSAC) de la NASA, LTC tiene como objetivo proporcionar un sistema de tiempo dedicado para las misiones lunares.
Actualmente, las misiones a la Luna se basan en el Tiempo Universal Coordinado (UTC), que sincroniza las actividades entre las naves espaciales y el control de la misión en la Tierra.
La necesidad de LTC se hace evidente a medida que la presencia humana en la Luna se convierte en algo más que visitas ocasionales. Sin un sistema de tiempo separado, los habitantes lunares se desviarían gradualmente de la sincronización con el marco de tiempo de la Tierra debido a la sutil discrepancia en la percepción del tiempo.
Pero incluso resolviendo este crucial punto, está por determinarse si otros actors, particularmente China y Rusia, aceptarían una la fórmula estadounidense para la sincronización de la hora lunar.