Desde los años 70, hemos perdido casi un sesenta por ciento de todos los animales salvajes del mundo. Estos son los resultados que acaba de explicar un informe recién publicado por investigadores de WWF y la Sociedad Zoológica de Londres.
Y no parece, según el mismo informe, que vaya a ir a mejor. Sinceramente, la imagen que dibuja el último Living Planet Index es preocupante, pero trae buenas noticias: los programas para conservar la naturaleza dan resultado allí donde se ponen en marcha. 'Sólo' hay que llevarlos a escala global.
Malas noticias para la biodiversidad
El Living Planet Index es uno de los grandes índices que se usan para medir el estado de la biodiversidad global. Es decir, es una forma rápida e intuitiva (pero precisa y de gran valor) para explicar las tendencias poblacionales de los vertebrados de todo el mundo. Además, nos permite saber qué hábitats y ecosistemas se están degradando con mayor intensidad.
En un inicio, el LPI fue creado WWF, la mayor organización medioambiental del mundo, y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente. Hoy por hoy, lo sigue manteniendo WWF junto a la división científica de la Sociedad Zoológica de Londres. Se publica bianualmente y éste año tocaba. Y podemos decir que el informe que se acaba de sacar es el análisis más exhaustivo hasta el momento.
Para calcular este último LPI, los investigadores de WWF y ZSL han monitorizado más de 18290 poblaciones de 3669 especies distintas de vertebrados. Según las conclusiones, entre 1970 y 2012, las poblaciones de animales salvajes se redujeron en un 58%. Y si la tendencia sigue así, en cuatro años, se habrán perdido dos tercios de todos los animales salvajes.
Viejas conocidas y nuevas soluciones
Las causas son viejas conocidas: la destrucción de hábitats salvajes, la caza indiscriminada y la contaminación. Viejas y transversales. Afectan a casi todos los ecosistemas y causan problemas a casi todas las especies desde los grandes mamíferos a pequeños anfibios. Pero no todos se afectan por igual: los ríos y lagos son los hábitats más "tocados" según el informe. En este caso, la bajada roza el 81% tomando como referencia los niveles de 1970.
El declive de la vida salvaje se suma al cambio climático en la lista de grandes crisis naturales del siglo XXI. La buena noticia es que no es un camino sin retorno. Los programas de conservación como el del Lince ibérico están demostrando su efectividad para revertir las tendencias y contribuir a solucionar el problema. O, dicho de otra forma, podemos ganarle la partida al colapso de la biodiversidad.
Más información | Living Planet Index 2016