Se hace raro pensar que millones de seres vivos pueden desaparecer rápidamente sin que el enorme hueco que dejan en las dinámicas del planeta sigua ahí, como el eco de un mundo que fue, pero dejó de ser. Sin embargo, según un equipo de investigadores de la Universidad de Yale, eso pasó con casi toda la población de tiburones de la Tierra.
No es solo que las poblaciones de tiburones nunca se recuperaron de esto, sino que es resulta algo realmente extraño. Estos animales subacuáticos "han existido durante 400 millones de años; han resistido muchas extinciones masivas, algunas de las cuales acabaron con casi toda la vida. Sin embargo, durante la época del Mioceno temprano, algo sucedió que casi borró a este grupo de la faz de esta Tierra", explica Elizabeth Sibert, coautora del trabajo.
El depredador depredado
¿Cómo es que no sabíamos nada de esta extinción? La explicación es más sencilla de lo que parece: casi todo lo que sabemos sobre los ecosistemas oceánicos antiguos se deriva de registros de rocas y fósiles. Es decir, de registros que generalmente se limitan a depósitos de aguas poco profundas y que, por eso mismo, proporcionan solo un pequeño vistazo a la historia de las especies marinas. En cierto sentido, es como investigar el mar fijándonos solo en lo que se ve desde la orilla.
¿Qué han hecho estos investigadores? El equipo del Instituto de Estudios Biosféricos de la Universidad de Yale ha utilizado un conjunto de datos diferente, prestando más atencióna a los pequeños fósiles que se esconden en núcleos de sedimentos (ictiolitos) de aguas profundas por todo el globo. Allí han encontrado toda una colección de escamas y dientes desprendidos de tiburones (y otros peces óseos que se acumulan naturalmente en el lecho marino).
Con ese registro, han reconstruido el registro sobre tiburones más preciso de los últimos 40 millones de años. Hasta ahí todo normal. Lo curioso es que los tiburones prácticamente desaparecen del registro durante el Mioceno temprano; es decir, hace aproximadamente 19 millones de años. Y cuando decimos "casi desaparecen" no es una forma de hablar: desaparecieron el 90% de individuos y el 70% de especies.
Y lo peor es que no sabemos por qué. Los investigadores han tratado de conectar el "evento de extinción" con cualquier otro evento climático global conocido o con alguna extinción masiva terrestre, pero no lo han conseguido. Y eso es algo que lo hace mucho más misterioso. Un misterio que, por otor lado, permite entender mucho mejor por qué son los tiburones actuales como son y otros animales (como las ballenas) se convirtieran en los grandes reyes de las aguas profundas.
Imagen | Gerald Schombs