En los segundos finales de La estrategia del Caracol, la maravillosa película que en 1993 inauguró una nueva era del cine colombiano, el periodista citadino José Antonio Samper Pupo le hace a su entrevistado, Gustavo Calle Isaza, una pregunta llena de ignorancia: “Todo esto, ¿para qué?”. La molestia de ‘El Paisa’ es evidente cuando contesta con otra pregunta: “Pues, ¿pa’ qué le sirve a usted la dignidad?”.
Han pasado casi treinta años desde el estreno de la cinta de Sergio Cabrera y a pesar de que no podría ser una película más distinta, es difícil no sentir que con ‘Los reyes del mundo’, que por estos días habita el top de las más vistas en Netflix, la directora Laura Mora viene a decirnos: “Para esto”.
No es que Los reyes del mundo necesite contexto alguno para brillar, como lo han reconocido y manifestado los públicos y los jurados de numerosos festivales, de Biarritz a Toulouse y de Zúrich a San Sebastián. Es que al explorar el mismo concepto, la cinta de Mora construye una épica monumental, que se mueve a medias entre , por un lado, la dureza y la violencia de las calles de nuestras ciudades y campos y, por el otro, el coraje y la valía, no siempre apreciados, de quienes las habitan.
Un viaje en pos de un sueño
La historia es sencilla: Rá, Culebro, Sere, Winny y Nano son cinco adolescentes de las calles de Medellín interpretados por actores naturales. La película comienza con un sueño y es justamente un sueño el que llevará a los protagonistas a dejar la cotidianidad que conocen.
Porque una carta de la Oficina de Restitución de Tierras le informa a Ra la posibilidad de recibir la propiedad una parcela dejada por su abuela, quien fue desplazada por los paramilitares décadas atrás.
Es ahí donde Los reyes del mundo se convierte en una road-movie, porque Ra emprende junto a sus cuatro amigos, niños que para todos los efectos menos el legal él adoptó, un viaje a través de la imponente geografía colombiana, viajando en la parte de atrás de camiones o arriesgando la vida en sus bicicletas en pendientes llenas de curvas.
Mora no ahorra esfuerzos en retratar sus pobreza, su ingenuidad, su violencia, su lealtad, sus existencias son tan preciosas como son precarias y viven al límite porque nunca han sabido vivir de otra manera.
La fotografía, en todo momento, no es menos que imponente y a ratos evoca proyectos igualmente intimistas como Nomadland. Pero el paisaje colombiano que dibuja esta película es a la vez hermoso y potencialmente mortal, en el mismo lugar pueden hallarse la bondad y el racismo, una travesura puede costar la vida y los puñales que el grupo lleva para defenderse podrían en cualquier momento volverse contra alguno de sus integrantes.
Lo más notable es que Mora recorre ese camino sinuoso y nublado sin perder jamás el norte, con el acierto de una directora experimentada y probada anteriormente en proyectos igualmente ambiciosos. Como resultado, Los reyes del mundo no priva jamás a sus personajes, incluso en sus momentos más oscuros, de su dignidad y su corazón.
Los reyes del mundo se estrenó en Netflix el miércoles 4 de enero de 2023.
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