La competencia es feroz en el segmento de los smartphones. Los otrora referentes se han convertido en meros comparsas, y empresas como HTC, Sony o LG mantienen sus apuestas año tras año a pesar de que la realidad les grita machaconamente que se retiren. No ganáis dinero, así que, ¿para qué tanto esfuerzo?
Esa es la pregunta que muchos planteamos a unos fabricantes que llevan ya mucho tiempo tratando de recuperar una posición que parece imposible de ser recuperada. Hoy en día solo dos gigantes pueden presumir de ganar dinero con los móviles: Apple y Samsung. Los fabricantes chinos son una incógnita a pesar de su crecimiento, pero sus cuotas de mercado deberían convencer a las citadas HTC, Sony o LG de tomar una decisión que no acaban de tomar. Una retirada a tiempo, dicen, es una victoria. Alguna razón debe haber para que no lo sea para ellas.
Los fríos y crueles números
Los números no mienten: el segmento de los smartphones está más competido que nunca y los fabricantes tradicionales no solo se han tenido que adaptar al dominio absoluto de Apple y Samsung: también han tenido que afrontar el éxito de los fabricantes chinos.
Xiaomi, Oppo, Huawei, Vivo o ZTE se han convertido en verdaderos gigantes en ventas sobre todo en China, pero la aparición de estos competidores ha hecho que la relevancia de quienes antes dominaban el mercado se haya visto muy mermada. Las cuotas de mercado de LG, Lenovo/Motorola, Sony o HTC no han hecho más que reducirse en los últimos tiempos, y eso ha tenido un efecto directo en sus pérdidas por terminal y sus porcentajes de pérdida con respecto a periodos anteriores, como muestra la tabla superior.
Charles Arthur hacía un pormenorizado estudio de esa situación en The Overspill, y en él este conocido analista revelaba cómo los datos para las empresas chinas son en gran medida un misterio. Xiaomi parecía ser el gran protagonista hace dos años, pero en 2015 sus ventas no fueron las esperadas y otros fabricantes chinos han logrado aprovechar esas debilidades.
¿Hasta cuando hay que perder dinero?
Como revela este analista, las cifras hacen inevitable la pregunta. LG es el caso más sangrante: vende un 18,5% de los terminales que vende Samsung en número pero no para de perder dinero. Lo ha hecho no uno, ni dos, sino siete trimestres seguidos. Da igual que se trate de una de las empresas más valientes a la hora de probar cosas nuevas: ¿hasta cuándo podrá este fabricante seguir rechazando la realidad?
El mercado ha hecho que muchas de estas empresas se replanteen su estrategia: Sony por ejemplo centró sus esfuerzos en la gama media y la alta, pero eso no le ha servido de mucho: hace dos meses ya veíamos como su división móvil seguía hundiéndose con unos resultados notablemente pobres.
En HTC las cosas no van mucho mejor, y eso que la empresa ha lanzado su mejor terminal -con diferencia- de los últimos años y sigue luchando también en la gama media, donde acaba de presentar sus nuevos dispositivos de la familia Desire. De Microsoft mejor ni hablar.
La pasta está en la gama alta: siempre lo ha estado
Uno de los datos más aplastantes del estudio de Arthur era su estudio del precio medio de los smartphones y de cómo el crecimiento en ventas ha ido reduciéndose de forma más o menos sostenida desde 2011. Los mercados emergentes que parecían ser la gran oportunidad para numerosos fabricantes en la gama de entrada han demostrado no ser tan relevantes.
En sus conclusiones este analista revela que "la gama alta se saturó hace ya mucho: la gente que podía comprar teléfonos caros ya lo hizo, pero ahora ya no hay nuevo mercados que venderle a los países emergentes". Tanto es así que en Estados Unidos, China y Europa Occidental no solo podrían verse nuevas desaceleraciones de ventas: podrían verse reducciones en volumen según IDC.
Da igual que muchos justifiquemos que hoy en día un terminal de gama media es suficientemente bueno para el 99% de la población. Esa gama media se ha quedado en tierra de nadie y todos los fabricantes Android se han dado cuenta de que cada vez se gana menos dinero con estos terminales.
La cosa cambia cuando hablamos de la gama alta: es aquí donde llegan las alegrías para los fabricantes que logran defender sus posiciones. Los márgenes de beneficio son mucho mayores, y son Apple y Samsung las claras abanderadas en el mundo iOS y Android respectivamente. Pocos pueden toser a sus dispositivos estrella, y eso que los terminales de gama alta de otros fabricantes cumplen con todos los requisitos para competir en este segmento.
Dado que ni Sony, ni LG ni HTC -ni otras- parecen poder competir en ese mercado, uno esperaría que alguna de ellas (o todas) anunciaran en algún momento su salida del segmento de los smartphones. Son demasiados sacrificios, demasiados recursos, demasiado tiempo y dinero invertido para ver cómo los beneficios se lo llevan otros. El segmento está en peligro: menos fabricantes hacen que haya menos competencia, pero lo cierto es que los fabricantes no pueden estar perdiendo dinero indefinidamente.
En Xataka | Y ésta, amigos míos, es la razón de que no exista un "iPhone barato"