No cabe duda de que Latinoamérica ha avanzado en materia de acceso a internet, un servicio que hemos llegado a reconocer como esencial para el trabajo, la educación y la vida cotidiana. Sin embargo, el costo de dicho servicio sigue siendo un desafío significativo para muchos países de la región, incluida Colombia.
Aunque el país se encuentra en una situación relativamente favorable en comparación con otras naciones de la región, el precio del acceso a internet sigue siendo un obstáculo para un uso equitativo y generalizado.
De acuerdo con datos de la consultora Statista, el costo promedio de una suscripción mensual a internet fijo en Colombia es de 20,47 dólares (aproximadamente 413.000 pesos colombianos). Esta cifra ubica al país por debajo de otras naciones de la región como México, donde los usuarios pagan hasta 32,35 dólares mensuales, y Perú, con un promedio de 24,86 dólares.
Pero a pesar de ser más accesible que en otras naciones, Colombia sigue enfrentando retos importantes relacionados con la competencia en el mercado y la cobertura en áreas rurales.
Desafíos de conectividad
Uno de los principales factores que influyen en el precio de internet en Colombia es la falta de competencia en varias regiones, especialmente fuera de las grandes ciudades.
En muchas zonas del país, el acceso a un servicio de internet de calidad está limitado por la presencia de pocos proveedores, lo que impide que los precios bajen debido a la falta de alternativas. Este fenómeno se observa tanto en internet fijo como en conexiones móviles, donde la oferta se encuentra concentrada en unos pocos actores clave del mercado.
La situación es aún más crítica en regiones rurales y apartadas, donde las dificultades para desplegar infraestructura necesaria para ofrecer servicios de telecomunicaciones inciden directamente en los precios. Las empresas proveedoras de internet deben invertir grandes sumas en la instalación de redes, lo cual se traduce en costos más altos para los consumidores.
El panorama comparado con otros países
Aunque el precio de internet fijo en Colombia es más bajo que en México, la calidad del servicio y la velocidad de conexión siguen siendo áreas de preocupación.
Según un estudio realizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), los colombianos destinan un porcentaje relativamente bajo de sus ingresos al acceso a internet, lo cual es positivo en términos comparativos, pero en regiones rurales este acceso se ve limitado por la escasez de infraestructuras adecuadas y los elevados costos de conexión.
A diferencia de otros países de la región, en el último período Colombia registra un moderado crecimiento en el sector de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información y comunicación (TIC), con una tasa de crecimiento superior al 28,5% anual. El Banco Interamericano de Desarrollo publicó el año pasado un informe según el cual la banda ancha en Colombia contribuye en un aumento del PIB en 0,052% por cada punto en aumento, la pobreza disminuye en 1,04% por cada 10 puntos de incremento, la tasa de ocupación se desarrolla en 0,0156% por 1% de aumento, y que la tasa de desocupación se vea impactada en 0,105% por cada punto porcentual de despliegue en infraestructura y servicios de banda ancha.
En este sentido, Colombia está en una posición intermedia si se compara con otros países de Latinoamérica. Por ejemplo, Chile ha logrado implementar políticas que han impulsado una reducción de tarifas y una mayor disponibilidad de servicios, gracias a leyes de infraestructura de telecomunicaciones que facilitan el despliegue de redes de fibra óptica. Estos esfuerzos han llevado a que el país austral tenga uno de los precios más competitivos para internet fijo en la región.
Propuestas para el futuro
Para mejorar el acceso y reducir el costo de internet en el país, expertos del sector sugieren varios cambios regulatorios. La competencia es uno de los factores clave: una mayor apertura a nuevos actores en el mercado de telecomunicaciones podría facilitar la reducción de tarifas y mejorar la calidad del servicio.
Además, algunos expertos consideran que la simplificación de trámites regulatorios para el despliegue de infraestructura en áreas rurales sería un paso crucial para mejorar la conectividad en zonas menos favorecidas. De acuerdo con los analistas, al facilitar la instalación de redes de fibra óptica y otros servicios, los costos de conexión podrían disminuir considerablemente.
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