La capital de Colombia enfrenta una de las peores crisis hídricas en décadas debido a la escasez de lluvias que ha impactado directamente los embalses que abastecen a Bogotá y de hecho, el mismo alcalde Carlos Fernando Galán advirtió que 2024 está por superar a 1995 como el año más seco registrado en lugares estratégicos como el Sistema Chingaza, lo que ha obligado a la ciudad a implementar nuevas medidas y restricciones para el racionamiento de agua.
Recordemos que este sistema provee el 70 % del agua potable a la capital, está en su punto más bajo en años y uno de sus principales componentes que es el embalse de Chuza, se encuentra en un preocupante 36,19 % de su capacidad, una cifra mucho menor al 57,85 % registrado en la misma fecha en 2023.
"En septiembre está más o menos por debajo de la tercera parte de lo que históricamente ha tenido Chuza y también muy por debajo del año históricamente más seco que es el 95", aclaró Galán.
Esta disminución está directamente relacionada con la falta de precipitaciones, a pesar de las medidas de ahorro impuestas a la población, según advirtió el alcalde, al considerar que las restricciones impuestas no han sido suficientes para aumentar los niveles de los embalses, sino que solo ralentizan su descenso y de mantenerse la tendencia Bogotá podría enfrentar una situación crítica en los próximos meses.
"La única manera que tiene el sistema Chingaza de subir su nivel es con afluencias, con precipitaciones, las medidas de restricción que hemos tomado y el ahorro que ha hecho la gente este año no permiten subir el nivel del embalse, lo que permiten es que la velocidad en la cual va cayendo el nivel sea más lenta, es decir, que dure más tiempo el agua que tenemos" - Carlos Fernando Galán, Alcalde de Bogotá.
Recordemos que para enfrentar esta situación, el Distrito ha anunciado la reactivación de un esquema estricto de racionamiento diario que afectará a nueve sectores de la ciudad y que volverá desde el próximo 29 de septiembre con el objetivo de garantizar el suministro de agua hasta marzo de 2025, cuando, en teoría, volverían las lluvias.
La sequía no es solo culpa de El Niño
Expertos como el meteorólogo Max Henríquez y el ingeniero civil Leonardo Donado, alertaron que la crisis hídrica en Bogotá no solo se debe al Fenómeno de El Niño, sino también al crecimiento poblacional y la deforestación.
Además sostienen que desde 1984 no se había enfrentado una sequía tan severa, y la ciudad ha crecido sin que se amplíen los embalses que abastecen a una población que ya supera los 7,9 millones de habitantes.
De hecho, alertan que la expansión de esta urbe ha superado la capacidad de los sistemas de abastecimiento, reiterando que están en niveles críticos en gran medida por culpa de la limitada expansión de infraestructuras hídricas.
Y mientras las autoridades continúan evaluando opciones a largo plazo para mitigar futuras crisis, soluciones como la construcción de nuevos sistemas hídricos enfrentan enormes retos económicos y ambientales. Sin embargo, si no se toman acciones decisivas, Bogotá podría enfrentarse a una emergencia mayor en los próximos años.
Cortesía imágenes / Pexels, Alcaldía de Bogotá
Ver 0 comentarios