Tomaba 6 horas de maquillaje y más de 60 prótesis convertir a Bill Skarsgård en la versión moderna de Nosferatu

Nosferatu
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Nosferatu de Robert Eggers es una experiencia críptica, bella e inquietante, de la que Matt Zoller, de rogerbert.com, se permitió afirmar: “No hay metáforas ni analogías, solo cosas extrañas que realmente suceden. Las brujas existen, las maldiciones y profecías son reales, y un vampiro es un monstruo con la capacidad no solo de cambiar de forma y beber sangre, sino también de distorsionar el tejido de la realidad a través de la fuerza del mal puro”.

No ha de sorprender que gran parte de ese efecto se debe -además de la maestría del director Robert Eggers y de un reparto estelar- a la encarnación visual del monstruo que mueve la trama.

Nosferatu

Se trata, por supuesto, del Conde Orlok, una representación poco disimulada del Drácula de Bram Stoker.

Bill Skarsgård, a quien audiencias de todo el mundo vieron encarnar al payaso Pennywise en It, está esta vez absolutamente irreconocible como el icónico vampiro, en virtud de una transformación aterradora que requirió horas de maquillaje y prótesis.

Nosferatu Bill Skarsgard

En una entrevista con Variety, David White, el diseñador de efectos de maquillaje protésico de Nosferatu, reveló que se necesitaban jornadas de seis horas de maquillaje que involucraban la aplicación de 62 prótesis de latex para la transformación de Bill Skarsgård en el legendario vampiro.

“El tiempo que Bill pasaba en la silla oscilaba entre cuatro horas y media con solo la cabeza y las manos, y seis horas si tenía prótesis de cuerpo completo. Quitar la prótesis tomó aproximadamente 45 minutos... Para la prótesis de cuerpo completo de Orlok, hay 62 piezas protésicas fenomenales que requieren un equipo de seis personas para aplicarlas”.-- David White, diseñador de efectos de maquillaje de 'Nosferatu'.

Vete a la m****a, Edward Cullen

Además de todo el maquillaje y las prótesis en la apariencia del Conde Orlok, Skarsgård también trabajó con un cantante de ópera para hacer que la voz del vampiro protagonista fuera aún más amenazadora .

"La voz fue en lo que más trabajé. Durante un mes y medio antes de filmar, no hice mucho más que grabarme. Y en el set, seguí haciendo estos ejercicios. Es una locura", declaró Skarsgård, quien confiesa en la entrevista que su transformación en Nosferatu es incluso más aterradora que Pennywise.

“Nos hemos vuelto demasiado Edward Cullen, y ya los vampiros no dan miedo. Nos preguntamos: ¿Cómo podemos ir en la dirección completamente opuesta? Los vampiros daban tanto miedo que la gente solía desenterrar cadáveres, cortarlos en pedazos y prenderles fuego”.--Robert Eggers, a 'The Standard'.

En su versión de Nosferatu, Eggers quería devolver una apariencia más aterradora a los vampiros en el cine, a diferencia de obras como Entrevista con el Vampiro y Crepúsculo. "Creo que nos merecemos de nuevo un cadáver aterrador y maloliente", dijo a The Standard.

La historia de Nosferatu

Nosferatu está ambientada en el siglo XIX en Alemania y sigue al rico y misterioso Conde Orlok en busca de un nuevo hogar. El vendedor de bienes raíces Thomas Hutter (Nicholas Hoult) se encarga de realizar los negocios y viaja a las montañas de Transilvania para continuar con el trámite de compra de la nueva propiedad del noble rumano.

Lo que Thomas no esperaba era encontrar el mal encarnado. Todos a su alrededor le dicen que abandone sus viajes, mientras, a lo lejos, su esposa Ellen (Lily-Rose Depp) es continuamente perturbada por sueños aterradores que conectan con el supuesto hombre que Thomas conocerá y que vive solo en un castillo en ruinas en los Cárpatos.

Los espectadores más suspicaces sin duda hallarán numerosas similitudes entre este relato y la historia de Drácula. Eso es porque Nosferatu nació como una copia de la obra de Bram Stoker.

En 1916, el productor de cine Albin Grau quería crear una película de vampiros y contrató al director F. W. Murnau y al guionista Henrik Galeen para darle vida a la visión. Inicialmente, Grau tenía la intención de hacer una versión expresionista de Drácula, pero los herederos de Bram Stoker se lo impidieron.

Conde Orlok

Así que Grau adaptó la historia y cambió los nombres. En 1922, se estrenó Nosferatu.

Por supuesto, los herederos de Stoker presentaron una demanda, en virtud de la cual se ordenó la destrucción de todas las copias de Nosferatu. Sin embargo, una copia sobreviviente llegó a los EEUU, donde Drácula no tenía copyrigth por un error en el trámite y, para fortuna del séptimo arte, no se pudo destruir legalmente.

Es así que, lejos de ser consignada al olvido, Nosferatu se convirtió en una obra seminal, que influyó de manera imborrable en las películas de vampiros y en el cine de terror de todos los tiempos.

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