The Last of Us tiene el potencial de marcar un punto alto en la historia de los videojuegos, así como lo han hecho Arcane con League of Legends y Cyberpunk: Edgerunners con Cyberpunk 2047. Pero aunque la memoria reciente podría indicar lo contrario, los fans de los videojuegos han tenido que lidiar por décadas con algunas de las peores adaptaciones al cine.
Además de historias que poco o nada son fieles al material de origen, también hay personajes mediocres, narrativas que prácticamente no existen y cinematografía que deja mucho que desear. Algunas adaptaciones son peores que otras, otras son tan malas que se vuelven entretenidas. Algunas, literalmente, deberían ser enterradas en el desierto como los cartuchos de E.T.
Este es el listado, sin ningún otro orden que el cronológico, de la más reciente a la más antigua, de las 10 adaptaciones que le dan mala fama al cine basado en videojuegos.
1. Uncharted (2022)
¿Cómo es possible que una megaproducción de 120 millones de dólares sobre un par de aventureros que busca tesoros por medio mundo resulte tan… aburrida?
El trabajo de esta adaptación de Sony del inmensamente popular juego falla en casi todos los sentidos, comenzando por la pobre caracterización de personajes que resultan imposibles de apoyar.
Tom Holland hace lo que puede por no ser Peter Parker… y falla. Mark Wahlberg, por su parte, no parece intentar otra cosa que ser el mismo Mark Wahlberg de la saga de Transformers. Cuando llega el final de este indescifrable fracaso, la verdad es que a nadie le importa qué pase con la historia.
2. Monster Hunter (2020)
Una de las franquicias de Capcom más populares en Japón, debería ser una apuesta segura en manos de un director competente. ¿No? Pero a pesar de llegar en lo alto de la ola de su masiva fanaticada tras el lanzamiento, en 2018, de Monster Hunter World, esta película es esa clase de historia que comienza a olvidarse en el momento en que ruedan los créditos finales.
La premisa del juego es simple: eres parte de un grupo de cazadores y debes buscar las bestias más grandes y peligrosas para obtener materiales que te permitan crear equipo de alto nivel… para luego ir a cazar bestias incluso más grandes.
El juego está basado en gran parte en el combate cuerpo a cuerpo o con herramientas como ballestas y arcos. Inexplicablemente la película elimina eso casi por completo y en cambio pone a un grupo de militares fuertemente armados y liderados por Milla Jovovich en el mundo de Monster Hunter. Aunque tiene buenas escenas de acción, la historia en realidad casi no existe.
3. Doom (2005) y Doom Annihilation (2019)
Dwayne ‘La Roca’ Johnson tiene un pasado curioso con los videojuegos. Además de ayudar a presentar el Xbox en 2001 junto a Bill Gates, también protagonizó, en 2005, la primera adaptación de Doom, que sería la cinta con la calificación más baja de su carrera, si no hubiera interpretado al hada de los dientes en Tooth Fairy.
Además de no ser fiel al videojuego, esta película comete el pecado mortal de convertir la historia en una trama genérica de zombies y tratar de subir las apuestas con un grupo militar que debe salvar a la humanidad.
Pese a esto, Doom Annihilation, estrenada en el 2019, logró ser incluso peor. El consenso de la crítica y la audiencia es que, de hecho, fue tan mala que ahora muchos llaman a la adaptación del 2005 como ‘la buena película de Doom’. Pésimos efectos, una historia que poco tiene de entretenida y más defectos que razones para perdonarlos hicieron de esta película una para olvidar.
4. Assassin's Creed (2016)
No deja de ser irónico que, mientras tantas entradas de este listado fallan por no seguir las líneas que traza el juego que las inspiró, Assassin's Creed falle por pegarse demasiado a la historia original.
La película se adhiere tan estrechamente a la narrativa de los juegos, que la historia se ve enredada a menudo en interminables diálogos de exposición, acerca de cómo funciona el Animus, de cuál es la leyenda de la Manzana del Edén y de cómo se sientan las bases de una continuación que, por supuesto, nunca llegó.
Las escenas de parkour son, sin duda, emocionantes, pero resultan insuficientes para sostener una trama enredada y con apuestas difíciles de creer, toda vez que gran parte de la acción ya ocurrió y solo asistimos a su recuerdo. Que actores de la talla de Michael Fassbender y Marion Cotillard actúen en este proyecto solo hace más doloroso su monumental fracaso.
Les digo, en poco más de tres minutos, el trailer de Unity, que no es un buen juego, hace un mejor trabajo:
5. La saga de Resident Evil (2002-2016)
Resident Evil tiene el dudoso honor de ser la franquicia con varias de las peores adaptaciones a películas y series. A lo largo de casi 2 décadas, Paul W. S. Anderson (el mismo director de Monster Hunter y el esposo de Milla Jovovich) dirigió 6 películas de esta saga... y cada una fue peor que la anterior.
La cinta de 2002 ignora por completo la historia del videojuego -y su estatus como título de referencia en el género de horror de supervivencia- para convertirse casi en un shooter con algunos cameos de monstruos como Némesis.
Lamentablemente, la serie que estrenó Netflix tampoco hace un mejor trabajo, y ahora Paul W. S. Anderson puede dedicarse a dirigir más adaptaciones de Capcom de dudosa calidad.
6. Hitman (2007) y Hitman: Agent 47 (2015)
Otro experimento fallido que toma un juego relativamente sencillo y lo complica hasta el punto de que resulta verdaderamente difícil seguir la historia. Timothy Olyphant buscaba un proyecto para exhibir el talento que veríamos años después en Justified. Pero este, claramente, no lo era.
Hay un par de escenas entretenidas -y, de hecho, hay una brillante-, pero la película falla en ser memorable o en sentirse necesaria. Sobre todo, falla en hacerle justicia al peso emocional del videojuego. Pero con todas sus fallas (16% en Rotten Tomatoes) no se acerca a ser el desastre que es la nueva versión de 2015 (8% en Rotten Tomatoes), en la que ni siquiera el casting salió bien.
7. Need for Speed (2014)
Aaron Paul había deslumbrado a audiencias de todo el mundo en Breaking Bad y, menos de un año después de un final perfecto, parecía imposible que fallara en trasladar su éxito al cine. Pero una historia poco profunda y personajes mal desarrollados hundieron este proyecto, que solo resulta tolerable cuando los autos están corriendo, que a su vez es menos tiempo del deseable.
Se diría que es imposible hacer que carros de un millón de dólares compitan a toda velocidad o terminen hechos pedazos sin que a la audiencia le importe en lo absoluto pero, resulta que no, esta película demostró que, después de todo, es posible.
8. Street Fighter (1994) y La Leyenda de Chun-Li (2009)
Street Fighter ha sentado su papel en la historia de los juegos como el primer juego de peleas en llegar a un público masivo. Sin embargo, aunque sus combos y los personajes son memorables, el juego nunca tuvo en realidad una historia más allá de las pantallas de pelea y es muy distinto a juegos como King of Fighters.
Pese a eso -o quizás, debido a eso- la película de Street Fighter de 1994 es una de esas que son tan malas que se vuelven entretenidas. Ryu y Ken ya no son los personajes principales, y ahora vemos a Jean-Claude Van Damme tomando el papel de Guile (sin el cabello) para detener los planes de un disminuido Raul Julia que, en las últimas etapas del cáncer que cobró su vida, consigna el papel de M. Bison como el último de su carrera.
La película no se parece en nada al juego, pero no deja de ser entretenida. En comparación, La Leyenda de Chun-Li es simplemente terrible. La historia del Chun-Li del juego es completamente ignorada y a veces es fácil olvidar por completo que se trata de una película de Street Fighter.
9. Max Payne (2008)
Es difícil pensar que una adaptación de Max Payne con Mark Wahlberg y Mila Kunis pudiera ser mala, pero la realidad muestra lo contrario. En términos de efectos especiales, la cinta hace relativa justicia al videojuego, con escenas de acción que hacen recordar mucho a The Matrix. Sin embargo, las cosas buenas paran ahí.
La actuación de Wahlberg es bastante tibia, y los actores de reparto tampoco aportan demasiado. La historia, además de romper con la línea de tiempo del juego, también es extremadamente confusa y al final esta acaba siendo una película con mucho estilo y muy poca sustancia.
10. Super Mario Bros (1993)
Cerramos con una de las películas olvidadas. Antes de Super Mario Bros, la cinta de animación que se estrenará en 2023, vino Super Mario Bros (1994), la cinta en la que Bob Hoskins hace el papel de Mario y John Leguizamo hace el papel de Luigi.
En la película, los dos hermanos tienen un negocio de plomería en Nueva York pero se ven transportados a un mundo paralelo controlado por Koopa, a quien de alguna manera el estudio logro que interpretara Dennis Hopper.
Más allá de los nombres y algunos apartados de sonido, Super Mario Bros (1994) no tiene mucho que ver con el juego. En realidad, no tiene nada más, ni siquiera la paleta de colores, y debe hacerse un esfuerzo consciente para reconocer en ella los elementos del lore.
Aunque algunos críticos han hablado bien del papel de Leguizamo y Hoskins como hermanos, Hoskins -que alguna vez protagonizó un drama noir junto a Helen Mirren y que seis años antes cosechó elogios por su papel en Who framed Roger Rabbit?- pidió hasta su muerte que no le hablaran de ese personaje o de esa película, que siempre recordó como una 'jodida pesadilla'.