Luego de seis semanas de camino, Agatha en todas partes llegó a su destino y concluyó su primera temporada con un emocionante final de dos partes, que numerosas voces en la crítica y, por lo visto, en el fandom de Marvel, no dudan en poner entre los mejores de las irregulares series del MCU.
En ese sentido, la serie cumplió su promesa de contar una historia derivada de los hechos de Wandavision -a los que sirve como continuación más o menos directísima- pero sin dejar su centro o su corazón en manos de otra historia y otros personajes.
La trama de un grupo de brujas sin poderes que recorren un camino de leyenda tenía múltiples riesgos que podrían haberla conducido al desastre. Agatha en todas partes logró sortearlos todos con su dinámica peculiar, impulsada por personajes y por preguntas. Los primeros hallaron, todos, un cierre para sus arcos, aunque las segundas dejan algunas sin contestar.
Este es el resumen de los dos episodios finales.
--Siguen spoilers de los episodios 8 y 9 de Agatha en todas partes—
‘Sígueme y tendrás/La gloria al final’
De lejos, el punto central del final de temporada y, sin exageraciones, la razón de que este sea uno de los mejores finales de una serie del MCU, fue la revelación de que Billy Maximoff fue el arquitecto del Camino de las Brujas.
No es que haya sido del todo sorpresivo -los espectadores más detallistas habían notado patrones en la decoración de su cuarto y de su bar mitzvah- pero no por eso deja de ser un giro poderoso.
Lo es porque nos recuerda que hablamos del hijo de la Bruja Escarlata, que como ella tiene el poder de moldear la realidad, y esa revelación tiene tal fuerza que hace que uno agradezca que Disney haya elegido liberar los dos episodios finales en tándem, como hizo con los dos primeros.
Es cierto que la misma revelación manda al olvido, de un plumazo, el tema del Camino y sus apuestas de vida o muerte. Es cierto, también, que si Billy lo creó, es él el responsable directo, aunque no el único, de los hechos que llevaron a la muerte de Sharon, Alice y Lilia. Pero es un precio que estoy dispuesto a pagar por semejante truco de prestidigitación.
Kathryn Hahn brilló toda la temporada en su interpretación de Agatha Harkness, y no cabe duda de que su dinámica con el misterioso adolescente al que ahora hemos visto asumir el rol -que no el nombre- de Wiccan, proporcionó una subtrama fresca e intrigante que nos permite reexaminar cada una de sus interacciones a la luz de conocimiento nuevo.
Pero el final de la temporada le dio también la oportunidad de explorar facetas hasta ahora desconocidas del personaje, como su dimensión maternal, temerosa y vulnerable. Es algo de lo que se ocupa con maestría el episodio final.
‘Doncella, madre, anciana’
El episodio final comienza en el año 1750, con Agatha tratando de encontrar un lugar seguro para dar a luz en medio del bosque. Las cosas no lucen bien para su bebé y eso lo confirma la aparición de la Muerte.
Presa del terror, Agatha se niega a dejar que la Muerte se lleve a su bebé y, mientras suplica por su vida, le dice que si lo hace la odiará por siempre.
Asistimos así al breve periodo en el que Agatha pudo ser madre, y vemos su complicidad con un encantador Nicholas que, resulta, es el creador de La balada del camino de las brujas.
Agatha y su pequeño hijo fueron el origen de la canción. Él la compuso en su inocencia y ella la explotó en su mezquindad para engañar a otras brujas y robar su poder.
Explicablemente, Agatha no siente que haya recibido un "tratamiento especial" por la concesión de unos años junto a su hijo. La Muerte va a regresar por él, ella lo sabe, y por eso cuando ocurre, Agatha cambia para siempre.
Un montaje a lo largo de los siglos la muestra acabando con aquelarre tras aquelarre, robando el poder de incontables brujas, en una forma poderosa de explorar narrativamente el dolor y la pérdida.
El final incluye la necesaria -y por eso, poco sorprendente batalla final- con una Muerte que no resultó tan temible después de todo. Se trata de una fuerza de nivel Thanos que aquí queda vencida por... ¿el amor no correspondido?
En el gran panorama de la serie, no es que importe.
Tampoco será del gusto de todos la visión de una Agatha fantasmal -cercana a su representación en el cómic, pero un poco ridícula para la televisión- pero basta para poner a los personajes en camino -¿vieron lo que hice ahí?- hacia Tommy, que es el premio que Billy pidió.
A pesar de pequeñas objeciones en su factura, Agatha en todas partes logra ser una sólida adición al Universo Cinematográfico de Marvel, que en algo palia la decepción de esfuerzos recientes que preferiríamos olvidar, como Secret Invasion.
Su mezcla de humor, corazón y magia cautivó a un público por una razón y su voluntad de asumir riesgos y explorar técnicas narrativas poco convencionales debería ser un faro para lo que venga.
Ver 1 comentarios