La compañía líder en computación de IA, Nvidia, anunció que por primera vez fabricará íntegramente en Estados Unidos sus supercomputadoras de inteligencia artificial, en medio de una estrategia nacional para fortalecer la producción tecnológica local y reducir la dependencia del extranjero.
El proyecto implica la construcción de plantas de manufactura y pruebas en los estados de Arizona y Texas, y ha sido presentado como parte de una “renovación industrial” estadounidense promovida por la administración de Donald Trump.
Esta compañía tecnológica estadounidense confirmó que ya contrató aproximadamente 93.000 metros cuadrados de espacio de manufactura en Phoenix y en las ciudades de Houston y Dallas (Texas), donde se construirán chips Blackwell y supercomputadoras de IA destinadas a centros de datos especializados.
Aunque la producción inicial de los chips ya comenzó en plantas operadas por Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) en Phoenix, Nvidia asegura que alcanzará una escala de producción masiva en suelo estadounidense dentro de 12 a 15 meses. Para esto, colabora con socios industriales como Foxconn y Wistron, así como con Amkor y SPIL, responsables del ensamblaje y las pruebas.
Estados Unidos como nuevo eje

Según Jensen Huang, CEO de Nvidia, esta expansión marca un punto de inflexión debido a que “los motores de la infraestructura de inteligencia artificial del mundo se están construyendo en Estados Unidos por primera vez”.
La empresa proyecta que en los próximos cuatro años se producirán hasta 500 mil millones de dólares en infraestructura de IA dentro de Estados Unidos, incluyendo supercomputadoras que servirán como base para las denominadas “fábricas de IA”, centros de datos diseñados específicamente para tareas de inteligencia artificial.
La expectativa es que esta infraestructura genere cientos de miles de empleos y contribuya significativamente a la seguridad económica del país a largo plazo.
El “efecto Trump” según la Casa Blanca

Desde la Casa Blanca, la administración de Donald Trump celebró el anuncio como parte del impacto directo de su política industrial.
En un comunicado oficial, el gobierno afirmó “este es el ‘efecto Trump en acción’. El presidente Donald J. Trump ha hecho de la manufactura de chips en Estados Unidos una prioridad dentro de su búsqueda por un renacimiento industrial estadounidense, y los resultados ya se están viendo.”
La declaración aparece en un momento de tensiones comerciales con Asia y de expectativas sobre nuevos aranceles para la importación de chips, anunciados por Trump durante el fin de semana.
Al mismo tiempo, el expresidente ha expresado su oposición al CHIPS and Science Act, una ley aprobada en 2022 que otorga más de 280.000 millones de dólares en subsidios e incentivos al sector de semiconductores, impulsada por la administración de Joe Biden.
Sin embargo, en el Congreso, no hay consenso entre los republicanos para eliminarla. Medios estadounidenses también reportaron que Jensen Huang asistió recientemente a un evento privado en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Florida, donde se habrían discutido nuevas inversiones tecnológicas en territorio estadounidense.
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