Recientemente, Mark Zuckerberg anunció el fin del programa de verificación de datos Meta para optar por un sistema de "notas de la comunidad" al estilo de X, y ahora la empresa matriz de redes sociales como Facebook e Instagram habría modificado de manera significativa sus reglas sobre conducta de odio.
Así lo revelaron documentos internos de capacitación filtrados y publicados por The Intercept, los cuales indican que la tecnológica ha relajado las restricciones para comentarios que antes habrían sido considerados como lenguaje de odio.
En otras palabras, Meta ahora permitirá discursos que previamente estaban prohibidos y algunos de los ejemplos proporcionados incluyen frases como: "los inmigrantes son sucios y despreciables", "las personas trans son inmorales" y "los inmigrantes mexicanos son basura". Ah, también se permite referirse a las mujeres como “propiedad”.
Bajo las nuevas políticas reveladas, este tipo de declaraciones ya no se considerarían una violación de las reglas, siempre y cuando no se acompañen de obscenidades dirigidas explícitamente a un grupo protegido.
Un cambio para "aliviar restricciones"
Meta justifica estos cambios como un esfuerzo por "permitir más discurso y aliviar las restricciones", según señaló Joel Kaplan, jefe global de políticas de la compañía, indicando que las plataformas deben reflejar el tipo de debate político y social que ocurre en otros espacios, como la televisión o el Congreso.
Sin embargo, expertos en moderación de contenido, como Kate Klonick, profesora de derecho en la Universidad St. John’s, critican esta narrativa, calificándola como un movimiento político disfrazado de neutralidad.
Y aunque Meta todavía prohíbe comparaciones explícitas de grupos humanos con animales o enfermedades (como "Todos los refugiados sirios son ratas"), si permite ahora equiparar a ciertos colectivos con conceptos como suciedad o inmundicia.
Temores por impacto de discursos de odio
Las nuevas reglas han generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y académicos, especialmente considerando el historial de Meta en países donde el discurso de odio en redes sociales ha contribuido a graves crisis humanitarias.
Un ejemplo clave es Myanmar, donde publicaciones de odio en Facebook jugaron un rol determinante en el genocidio de los rohinyás.
Para Jillian York, directora de libertad de expresión internacional en la Electronic Frontier Foundation, estos cambios no son simplemente ajustes técnicos, sino una decisión profundamente política, porque "permitir este tipo de lenguaje no es neutral; está diseñado para satisfacer ciertos intereses ideológicos".
Se anticipa una ambigüedad en las reglas
Aunque Meta asegura que sigue protegiendo a grupos vulnerables de ataques graves, los documentos filtrados demuestran que los límites de lo permitido se han ampliado considerablemente.
Por otro lado, los documentos muestran cierta ambigüedad en la aplicación de las reglas, lo que podría llevar a inconsistencias en la moderación, especialmente cuando están permitidas declaraciones de desprecio general como "no me gustan las personas blancas" o "soy un racista orgulloso".
De hecho, mientras frases como "las personas judías son codiciosas" no incumplen las reglas, otras como "los judíos me repugnan" están prohibidas debido a una clasificación técnica que considera el impacto psicológico del lenguaje.
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