A apenas días de que Donald Trump regrese a la Casa Banca, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, anunció que la firma pondrá fin a su programa de verificación de datos en sus plataformas para optar por un sistema de”notas de la comunidad” al estilo de X.
Los cambios, dijo ‘Zuck’, hacen parte de un esfuerzo amplio por prevenir la "censura" y promover la "libertad de expresión".
Por donde se mire, es difícil no ver el anuncio como una concesión, una bandera blanca de Facebook y su ecosistema, que básicamente aceptan como propia la visión de la derecha estadounidense a cambio, esperan, del apoyo de la Casa Blanca en la lucha contra la competencia china y las acciones de gobiernos en todo el mundo.
De manera especial, llama la atención que Zuckerberg haya hecho mención, en una serie de publicaciones en Threads y en un video que las acompaña, de las acciones de los gobiernos latinoamericanos.
"Los países latinoamericanos tienen cortes secretas que pueden ordenar a las empresas que retiren cosas silenciosamente", dijo. Agregó que Europa es un lugar con "un número cada vez mayor de leyes que institucionalizan la censura y dificultan la construcción de algo innovador".
El fin de un esfuerzo global
El programa de verificación de datos de terceros de Meta se puso en marcha después de las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU y usaba enormes cantidades de recursos (básicamente, miles de moderadores humanos) para gestionar el contenido y la desinformación en sus plataformas.
Desde su creación, el programa creció hasta incluir a más de 80 organizaciones de verificación de datos en más de 60 idiomas en todo el mundo. En Colombia, hacen parte de él la agencia AFP, Colombiacheck y La Silla Vacía.
Por años, la derecha estadounidense denunció que la moderación ocurría en gran parte debido a la "presión política", por lo que el hecho de que Zuckerberg salga a decir que las cosas “han ido demasiado lejos” es, necesariamente, visto como un triunfo político de Trump.
Otro cambio imposible de leer desconectado del giro político en EEUU es el hecho de que el equipo de revisión de contenido de la compañía en EEUU se trasladará de California a Texas. El CEO dice que esa medida ayudará a Meta a generar confianza al usar personal en lugares “donde hay menos preocupación por el sesgo” de sus equipos.
También es diciente que, tras años de sugerir que las noticias políticas no eran del interés de la comunidad, y de hecho desestimular su visibilidad en sus plataformas, ahora meta súbitamente cree que la gente quiere ver el "contenido cívico" y promete traerlo de vuelta.
Un giro a la derecha
Los del martes no son, ni mucho menos, los primeros anuncios que señalan la rendición de Meta a la agenda trumpista. La compañía se apresuró a prometer una donación de un millón de dólares para la toma de posesión de Trump, este 20 de enero.
El lunes de esta semana, Meta agregó a tres personas a su junta directiva, incluido un cercano colaborador de Trump, Dana White.
Es, es verdad, más una cuestión de voz que de voto (la mayoría de Zuckerberg siempre le dará a él la última decisión), pero refleja un giro marcado para la compañía en materia de representación. En 2022, por ejemplo, el 44 por ciento de la junta directiva de Meta estaba compuesta por mujeres. Tras el nombramiento de White, hoy la representación femenina equivale al 23 por ciento de la junta.
Ver 0 comentarios