Fruto de una alianza realizada en 2009 entre las FAC, la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana y Lancair, una compañía fabricante estadounidense de aviones de entrenamiento con sede en Redmond Oregón, nació el T-90 Calima, una avioneta de entrenamiento para pilotos colombianos, la cual celebró la semana pasada en Cali sus primeras 10.000 horas de vuelo.
La aeronave T-90 Calima de construcción colombiana dio su vuelo inaugural en septiembre de 2012, y desde entonces han sido fabricadas 25 aeronaves de este estilo. 24 de ellas operan actualmente en la Base Aérea Marco Fidel Suárez de la ciudad de Cali, y la otra se encuentra en Bogotá a cargo de la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana para muestras comerciales y pruebas.
El nombre de la aeronave viene de la combinación de la letra T de la palabra entrenamiento en inglés (Training), el número 90, que hace referencia a los 90 años que cumplía por ese entonces la FAC, y Calima, como un homenaje a la tribu precolombina que predominaba en la región vallecaucana.
Luego de realizar varios estudios en colaboración con Lancair, los ingenieros colombianos de la Base Aérea Marco Fidel Suárez vieron real la posibilidad de reemplazar las antiguas aeronaves de instrucción de pilotos de la institución, las cuales ya tenían más de 50 años entrenando a los pilotos de la fuerza aérea colombiana. El diseño consistía en una aeronave ligera de fibra de vidrio y carbono, especialmente pensada para sobrevolar la geografía nacional.
El coronel Camilo Andrés Perdomo López, fue el primer piloto en volar el T-90 Calima, y a la fecha es el que más horas de vuelo acumula en esta aeronave con unas 1.600 horas. De su experiencia con el proyecto del T-90 recuerda que “Se comenzaron a ensamblar en la Base Aérea de Madrid (Cundinamarca), gracias a las condiciones climáticas y la creación de hornos para la fabricación de cada pieza; al principio contamos con el apoyo de instructores de Lancair, quienes trasmitieron su conocimiento a los ingenieros de la FAC que posteriormente comenzaron a fabricar los demás aviones solos”.
La tecnología del T-90 Calima
Salvo el motor y las pantallas de control, todo el resto de la aeronave ha sido fabricado en Colombia, haciendo posible la creación de una aeronave ligera que puede llevar en su interior dos tripulantes (estudiante e instructor), alcanzar en vuelo una velocidad crucero de hasta 300Km/h, 18.000 pies de altura máxima y contar con una autonomía de vuelo de hasta 5 horas con 64 galones de combustible.
Cada aeronave cuenta con dos pantallas en su interior: una de visualización principal de vuelo y otra multifuncional para los demás controles de vuelo. Un sistema de GPS Garmin GNT-650 se encarga de las funciones de navegación y comunicación con la base en tierra junto a un panel de radio y transpondedor.
Se estima que el costo de construcción de las 25 aeronaves que sirven en nuestro país superó los 10 millones de dólares, y desde entonces ellas han sido utilizadas para formar a más de 60 pilotos certificados y entrenar a más de 300 alumnos principiantes.
Foto | Photoblog No Oficial de las FF.MM. de Colombia
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