A día de hoy un móvil sin conexión a internet es prácticamente inservible. Más allá de actuar como reproductor multimedia, si no disponemos ni de conexión móvil o WiFi las funciones se limitan de gran manera. Ahora, los lugares en los que no disponemos de ningún tipo de conectividad se han ido reduciendo con el paso de los años, pero todavía hay un lugar donde la conexión no está muy presente: los aviones.
El WiFi en los aviones se estrenó en 2004 de la mano de Boeing y Lufthansa pero 13 años después todavía son muchas las aerolíneas y los aviones que no ofrecen conexión WiFi a sus pasajeros. ¿Cuáles son las razones de esa lentitud a la hora de ofrecer WiFi en los aviones? Hagamos un repaso a la situación actual, de la mano de dos actores del sector.
Connexion by Boeing llegó demasiado pronto
Fue Boeing, el gran fabricante de aviones de Estados Unidos, la primera empresa en plantearse incorporar WiFi en los aeroplanos. Para su desarrollo Boeing se alió con las grandes aerolíneas estadounidenses y Lufthansa, aunque las primeras se caerían del grupo que impulsó Connexion by Boeing tras el 11-S. Una antena con forma de chepa que se ponía sobre el avión conectaba el aparato con torres de telefonía en tierra y satélites para ofrecer hasta 20 Mbps de bajada y 2 Mbps de subida.
El lanzamiento comercial de Connexion by Boing se produjo en mayo de 2004 y para entonces ya eran varias las aerolíneas europeas y asiáticas que ofrecían el servicio, con precios que no eran mucho más caros que los que se pagan a día de hoy (10 dólares por una hora, 15 dólares por tres horas o 30 dólares por acceso ilimitado durante un día). El problema llegó cuando las cuentas no salían.
El coste de instalar Connexion by Boeing era de alrededor de medio millón de dólares por avión y los clientes que lo usaban no eran los suficientes como para hacer rentable el servicio. Ello unido a los 450 kilos de peso de todo el equipamiento necesario empujó al servicio a su desaparición, que se consumó en diciembre de 2006, apenas dos años después de su estreno comercial.
El WiFi despega de la mano de nuevas empresas
Quizás el mayor problema que tuvo Boeing fue llegar demasiado pronto. Su fracaso no desalentó a otras empresas a implementar el WiFi en los aviones y el liderazgo de este sector pasó de un fabricante de los propios aparatos a empresas dedicadas a dar servicios de conectividad en los mismos. Dos de los protagonistas del sector son Gogo Inflight, con sede en Chicago y dando servicio desde 2008, y SITAOnAir, una empresa europea fundada en 2005 y participada por Airbus hasta que cedió el control a SITA en 2013.
A pesar del trabajo de ambas empresas, el WiFi en los aviones todavía no está ampliamente extendido. Son poco más de 30 aerolíneas las que ofrecen la conexión en parte de sus rutas, porque el primer problema es que el servicio no suele estar disponible en toda la flota. Pero al problema de la disponibilidad se une el del precio. El WiFi es gratis en una minoría de aerolíneas, y en la mayoría de las ocasiones no se ofrece a todos los pasajeros, y en el resto los precios suelen ser prohibitivos, como demuestra el estudio de Skyscanner.
¿Por qué hablamos de un despliegue limitado y de unos precios tan altos? Para buscar las razones hablamos con Dominique El Bez, Vicepresidente de Estrategia de SITEOnAir, que trabaja con hasta 24 aerolíneas. La excusa del tiempo de instalación parece no ser valida, ya que como nos cuenta El Bez el trabajo se lleva a cabo en un día. Ahora, lo complicado puede ser paralizar un avión para proceder a la instalación.
Así nos lo cuenta Alfons Claver, Responsable de Comunicación Corporativa de Norwegian, una aerolínea de bajo coste que transportó a más de 29 millones de pasajeros en 2016. En el caso de Norwegian el 84% de flota de corto y medio alcance cuenta con WiFi gratis para todos sus pasajeros y esperan ofrecer el servicio en los vuelos de largo alcance a lo largo de 2018. Ese 16% de vuelos no transoceánicos que no tienen WiFi están a la espera de una parada técnica o unas jornadas de descanso para pasar por los talleres de Lufthansa Tekniks en Budapest, donde les instalan el servicio en un día.
Por tanto, el tiempo de instalación no es un problema, más bien lo es tener que parar una aeronave para proceder a ella. ¿Y la dificultad técnica de dotar de conectividad al avión y que no haya problemas de interferencias con el equipamiento del propio aparato? El Bez nos reconoce que la primera parte no es nada sencilla, ya que para la conexión se confía en enlaces vía satélite con tierra y con los propios satélites que orbitan la tierra.
Además, tras años en los que el uso de móviles y otros aparatos electrónicos estuvo vetado durante los vuelos, había que proporcionar un servicio que precisamente metía nuevas señales en el interior de un avión. Desde SITEOnAir nos aseguran que son muy rigurosos con las pruebas y certificaciones y que el servicio WiFi emite una señal mucho más débil que la señal provocada por un móvil que está constantemente buscando redes.
Precio y escasa demanda, los frenos
Entonces parece claro que el problema no está en aspectos técnicos ni en los tiempos de instalación. Solo nos queda un punto a tratar que parece ser el motivo porque el WiFi en aviones todavía no está tan extendido como desearíamos los viajeros: el precio. Preguntamos a Dominique El Bez por el alto precio del servicio en muchas aerolíneas y su razonamiento es muy claro. La tecnología que permite ofrecer el WiFi todavía es muy nueva.
Pero el alto precio del WiFi en muchas aerolíneas contrasta con la política de Norwegian, que lo ofrece de manera gratuita y a todos sus pasajeros en todos los vuelos que disponen de él. La aerolínea no ofrece cifras de cuánto pagan por la instalación del servicio, en The Balance hablan de que serían unos 100.000 dólares además del posterior mantenimiento y coste del servicio, pero sí nos ha contado la razón de ofrecerlo gratis.
Como nos explica Alfons Claver, Norwegian ofrece el servicio de WiFi gratis para aumentar la satisfacción de sus clientes y como gancho para que los pasajeros accedan al servicio de vídeo bajo demanda, en el que ofrecen películas en alquiler durante 24 horas por cinco euros. Igualmente, Claver también nos asegura que a pesar de ser un servicio demandado por cierto tipo de viajeros, la disponibilidad de WiFi no es determinante a la hora de escoger aerolínea con la que viajar en la gran mayoría de ocasiones.
Su expansión es cuestión de tiempo
Bingo. El problema o la razón por la que el WiFi todavía no está disponible en todas las compañías aéreas o en todos los vuelos es el dinero. Las aerolíneas primero tienen que encontrar un hueco para mandar a talleres sus aviones, aunque la instalación se haga en un día el avión tiene que ir y volver, trayectos en los que no lleva pasajeros con la pérdida que ello supone, y luego tienen que pasar por caja.
Son pocas las aerolíneas que ofrecen el servicio gratis, asumiendo al completo el coste de la instalación y el funcionamiento, e incluso entre las que cobran por el servicio parece que alcanzar el umbral de la rentabilidad no es nada sencillo. ¿Cuándo veremos entonces la verdadera expansión del WiFi en los aviones? Simplemente cuando la instalación se abarate y sus precios de cara al pasajero se reduzcan a cuotas asumibles.
Imágenes | Jason Wong | Igor Leandro | Wikimedia