Recientemente se hizo viral un video en donde un perro provocó un incendio doméstico al morder una batería portátil de iones de litio, lo que desató un peligroso incidente que amenazó tanto la seguridad de la vivienda como la vida de sus habitantes.
Este accidente subraya la importancia de mantener las baterías fuera del alcance de las mascotas y de manipularlas con cuidado para evitar situaciones potencialmente peligrosas
Prevenir incendios relacionados con baterías portátiles es esencial para garantizar la seguridad. Te contamos cómo puedes hacerlo.
¿Cómo prevenirlos?
Lo primero es adquirir productos certificados y de marcas reconocidas. Las baterías de dudosa procedencia o muy económicas pueden no contar con los mecanismos de seguridad necesarios, lo que incrementa el riesgo de accidentes.
Es importante utilizar la batería portátil de manera adecuada. Lee y sigue las instrucciones del fabricante, y asegúrate de no sobrecargar la batería. Desconéctala una vez que esté completamente cargada.
Además, siempre utiliza el cargador original o uno compatible que tenga las mismas especificaciones para evitar sobrecargas y otros riesgos.
El almacenamiento de la batería también es un factor clave en la prevención de incendios. Guárdala en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor y de la luz directa del sol.
Evita dejar la batería en lugares donde la temperatura pueda aumentar considerablemente, como el interior de un carro. Además, mantener estas baterías fuera del alcance de mascotas y de niños, que puedan manipularlo de la manera incorrecta.
Finalmente, es crucial manipular la batería con cuidado. No la expongas a golpes o caídas que puedan dañarla, y nunca intentes abrir, perforar o desarmar la batería.
Si la batería muestra signos de daño o sobrecalentamiento, es mejor dejar de usarla y reemplazarla de inmediato.
¿Por qué son peligrosas?
Las baterías, especialmente las de iones de litio, son peligrosas debido a su composición química y la energía que almacenan. Estas baterías contienen electrolitos inflamables que, si se dañan, sobrecalientan o cortocircuitan, pueden provocar incendios o explosiones.
Además, la presión interna de una batería puede aumentar si se expone a temperaturas extremas, lo que también puede resultar en una fuga de gases peligrosos o en una explosión.
La manipulación incorrecta, como perforarlas, aplastarlas o exponerlas al agua, incrementa el riesgo de incidentes graves. Por estas razones, es crucial usar y almacenar las baterías siguiendo las recomendaciones de seguridad para minimizar estos riesgos.
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