Ya he perdido la cuenta de todas las ruedas de prensa, entrevistas y presentaciones que ha dado Elon Musk para hablar de cómo quiere llevarnos a Marte y convertirnos en una especie interplanetaria. En todas ellas, que han sido muchas, ha resuelto muchas dudas sobre los detalles financieros, técnicos y logísticos del asunto. Pero, si no me equivoco, hay una pregunta central que no ha respondido: ¿Habrá hamburguesas en Marte?
Entendedme bien, según la FAO, se necesitan unos 15.000 litros de agua para producir un kilo de carne. Y si no parece que haya 15.000 litros de agua disponibles en el planeta rojo, no me quiero imaginar de donde sacaríamos toda la necesaria para criar una vaca entera.
Por suerte, hay empresas que están a lo importante: Aleph Farms, una startup de tecnología alimentaria israelí, no ha conseguido cultivar un chuletón de Ávila en el espacio, pero está en ello: ha cultivado carne de ternera en la Estación Espacial Internacional por primera vez.
Carne de altísima gama
En este caso, las células bovinas se cosecharon en la Tierra y se llevaron a la Estación Espacial Internacional donde se cultivaron en forma de tejido muscular utilizando una bioimpresora 3D. El método, en teoría, imita el proceso natural de regeneración del tejido muscular y trata de buscar metodologías sólidas para proporcionar carne en condiciones de microgravedad.
Hay que moderar las expectativas, eso sí. A finales del año pasado, Aleph Farm ya anunció que había producido un prototipo de filete cultivado en laboratorio. En solo dos semanas sus sistemas conseguían producir un filete aparentemente normal. El "aparentemente" es importante porque la misma empresa reconoció que de sabor mejor no hablamos: era necesario mejorar mucho en ese lado.
Pero, claro, este no es un proyecto que vaya estrictamente sobre sabor. Forma parte de una carrera tecnológica desbocada por producir carne sin grandes impactos ambientales ni problemas de bienestar animal. El gusto será un asunto clave, pero antes hay muchos desafíos técnicos que superar.
"Estamos demostrando que la carne cultivada se puede producir en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier condición. Potencialmente podemos proporcionar una solución técnica para producir alimentos más cerca de la población que los necesita, en el momento exacto en que los necesita", explicaba Didier Toubia de Aleph Farms. Y razón no le falta. Vamos hacia ese horizonte en el que poder comerse una hamburguesa sostenible, ética y a 400 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
Imagen | Niklas Rhose