Un cometa blanco brillante con una cola de polvo de un inusual tono verdoso pasará cerca de la Tierra por primera vez en 50.000 años. Su órbita, creen los astrónomos, es tan excéntrica, que la última vez que se acercó a nuestro planeta, los Neardentales todavía recorrían las planicies de Europa, Oriente Próximo y Asia Central. Por el mismo motivo, es probable que nunca regrese a nuestro vecindario estelar, ya sea porque se destruya o porque siga de largo hacia las profundidades del universo, por lo que quienes logren verlo esta vez probablemente sean los últimos humanos en hacerlo. Ever.
El cometa C / 2022 E3 (ZTF), que para efectos de brevedad llamaremos en adelante ‘cometa ZTF’, es una bola de nieve espacial descubierta en marzo de 2022 por la Instalación Transitoria Zwicky, que hace parte del Observatorio Palomar del Instituto de Tecnología de California.
¿Cometas verdes?
Aunque lo describimos como ‘inusual’, lo cierto es que muchos cometas brillan en verde. Las mediciones espectroscópicas sugieren que esto puede deberse a una molécula reactiva llamada dicarbono (o carbono diatómico), que emite luz verde a medida que la luz solar la descompone.
El dicarbono es de enorme interés para la comunidad científica, y en especial para los químicos cuánticos, no solo porque, como dijimos, está presente en la materia interestelar, sino porque resulta desafiante desde el punto de vista teórico.
Sin embargo, aquí está el detalle: el dicarbono es común en los cometas, pero generalmente no se encuentra en sus colas y es eso lo que hace inusual a ZTF.
¿Cómo verlo?
El cometa ZTF será visible en las noches en el Hemisferio Norte. Los astrónomos determinaron que alcanzará su máximo brillo el 31 de enero y el 1 de febrero, pero para esos días la luna estará casi llena y el cielo será, con toda probabilidad, demasiado brillante.
La mejor oportunidad, por tanto, es un cielo despejado y muy oscuro, como el de este fin de semana. Específicamente, las noches del 21 y 22 de enero.
Hay que tener presente, sin embargo, que hablamos de una bola de hielo que pasará a 41 millones de kilómetros de la Tierra, poco más de cien veces la distancia entre la Tierra y la Luna. Por lo tanto, para mejorar tus probabilidades, lo mejor sería conseguir un telescopio o, por lo menos, un buen par de binoculares. El cometa debería ser visible poco antes del amanecer, distinguible de las estrellas en el cielo nocturno porque se ve considerablemente más borroso.
Con sinceridad, no es una tarea fácil desde una ciudad. Pero si sales al campo abierto, y tienes la suerte de contar con una noche despejada, bien vale la pena intentarlo y ser una de las probablemente pocas personas que puedan ver a ZTF a su paso, por última vez.