Las empresas tecnológicas dedicadas al ámbito de las finanzas se han convertido en una de las tendencias más relevantes en este mercado en los últimos años, y ha habido startups como Revolut que han marcado un punto de inflexión.
Las grandes de la tecnología ya han hecho movimientos en este sentido con sus sistemas de pago desde el móvil, pero ahora Google va más allá. Ha conseguido una licencia en Lituania para operar como fintech: no podrá hacer todo lo que hace un banco, pero eso le da acceso a interesantes servicios financieros tanto en ese país como en toda la Unión Europea.
Qué puede y qué no puede hacer Google como fintech
En elEconomista.es explican cómo Google ha conseguido su licencia "para realizar determinados servicios bancarios en Lituania, país considerado como el más benévolo y ágil en ese tipo de trámites".
Esa autorización permite a Google, y en concreto a su subsidiaria Google Payment Lithuania UAB, a ofrecer diversos servicios financieros de interés, entre los que se encuentran las siguientes:
- Emitir dinero electrónico
- Manejar monederos electrónicos
- Efectuar transacciones de pago
- Remesas internacionales
- Servicios de depósito y retiro de efectivo
- Transferencias de débito directo y crédito
Es importante destacar que la licencia concedida por la Unión Europea habilita a Google para operar no solo en Lituania, sino establecer allí su sede para estos servicios financieros y luego extenderlos a todo el Espacio Económico Europeo. Como señalan nuestros compañeros de Genbeta, eso es precisamente lo que hacen Facebook, con licencia en Irlanda, o Amazon, con licencia en Luxemburgo.
Aun cuando esos servicios son interesantes, habrá otros que de momento Google no podrá ofrecer. Esto la diferencia de los bancos tradicionales o de empresas como Revolut, que sí ha conseguido una licencia completa en este sentido. Así, en estos servicios de Google no se podrá de momento:
- Ofrecer préstamos
- Ofrecer hipotecas
- Crear y operar con fondos de inversión
Lituania se ha posicionado en los últimos tiempos como uno de los países que más rápidamente concede este tipo de licencias en la Unión Europea. El país báltico ha concedido ya 39 de estas licencias, y solo el Reino Unido la aventaja con 128 licencias.
Esta nueva capacidad de Google podría desde luego convertirla en un potente competidor de fintechs más pequeñas, pero aquí queda por ver si Google trata de convertirse en un competidor de la banca tradicional o de momento se mantiene en ese papel algo menos ambicioso.
Los reguladores europeos, eso sí, tendrán que estar atentos: la inmensa cantidad de datos con la que trabaja Google —y a los que ahora añadirán esa información financiera— podría plantear un problema a la libre competencia en un mercado especialmente sensible.