Esta semana el concejo de Medellín aprobó un proyecto para garantizar que todos los buses que hacen parte del sistema masivo Metroplús, sean reemplazados progresivamente por versiones que funcionen exclusivamente con energía eléctrica antes del 2030. La meta es lograr que todo el sistema de trasporte público de la ciudad sea eléctrico para dicho año.
El concejal Fabio Humberto Rivera, quien encabeza el proyecto, comentó que la idea es ir reemplazando los actuales buses padrones y articulados del sistema masivo Metroplús, los cuales sirven de complemento al Metro de Medellín, conforme cumplan su ciclo de vida estimado de 15 años, o sufran accidentes que los dejen en condición de pérdida total.
El proyecto no ha dejado de generar inquietudes, entre los representantes del gremio de trasporte, como Juan Gonzalo Merino, director de la Asociación de Transporte Colectivo del valle de Aburrá, quien asegura que es positivo que la ciudad quiera hacer el reemplazo del parque automotor a alternativas amigables con el medio ambiente, pero que en la práctica resulta muy costoso.
“La estructura económica del modelo de prestación del servicio con buses eléctricos está por las nubes, con carros que cuestan de dos a cuatro veces más que un bus normal. Los aplaudimos, pero habrá que aterrizar el tema financiero”, mencionó Merino.
Desde agosto de 2016 Metroplús ha estado haciendo pruebas piloto con un bus eléctrico pequeño
Un piloto para despejar las dudas
Con el objetivo de demostrar que el modelo es económicamente viable para Metroplús, la ciudad va a realizar un piloto de tres años iniciando en marzo de 2018 con un bus eléctrico importado de China. El bus articulado de 18 metros costó $640.000 dólares, funciona con baterías, y tiene una autonomía de 320Km con un tiempo de carga de dos horas.
Según el concejal Rivera, la inversión en este tipo de vehículos se puede recuperar en menos de 7 años, gracias a que el costo de la energía es un 70% menor al de los combustibles fósiles, así como también lo serían los gastos de operación y mantenimiento. El objetivo principal del vehículo piloto es recolectar datos reales de sus costos de operación, para ayudarle a los encargados del proyecto a determinar cómo hacer el paso de todo el sistema a vehículos eléctricos.
Esta iniciativa de Metroplús Medellín, se une entonces a los proyectos del Mio de Cali y Transmilenio de Bogotá, para introducir progresivamente buces eléctricos en sus sistemas de trasporte masivo.
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