Si tu móvil deja de tener cobertura, ten miedo: un nuevo fraude telefónico conocido como 'SIM swapping' está siendo utilizado para que un ciberatacante duplique nuestro número de teléfono y utilice ese sistema para usurpar nuestra identidad, se autentiqie en nuestro banco y nos robe todo el dinero.
Ya hay víctimas de un fraude que ha sido utilizado para otros propósitos: a Jack Dorsey, cofundador de Twitter, le robaron su cuenta en el servicio con ese mismo sistema, lo que una vez más deja en evidencia la debilidad de mecanismos como el de los mensajes SMS para los sistemas de autenticación en dos pasos. Eran buena opción originalmente, pero como ya dijimos en el pasado, es mucho más recomendable utilizar aplicaciones independientes de autenticación, y no los SMS que cada vez son más vulnerables en este ámbito.
Cuidado, esta historia de terror te podría ocurrir a ti
En El País contaban recientemente un caso en el que un usuario se quedó sin cobertura repentinamente. Apagó el móvil, volvió a encenderlo y nada. Al volver a casa llamó a su operadora desde otro móvil, y resultó que alguien se había hecho pasar por él para solicitar un duplicado de su tarjeta SIM en una tienda de la operadora en otra ciudad.
Ayer me quedé sin línea móvil de repente.
— Otto Más 🐉 (@Otto_Mas) 5 de septiembre de 2019
Llamé a @vodafone_es y no me solucionaron nada: "Hay una incidencia en la red", "Su línea funciona perfectamente", insistí en el problema y nada.
Al salir del cine, seguía sin línea. Al llegar a casa me habían vaciado la cuenta corriente.
Eso alertó al usuario, que fue rápidamente a comprobar su cuenta bancaria y detectó que estaba bloqueada. Su entidad había detectado movimientos extraños, miles de euros habían desaparecido y tenía un préstamo solicitado a su nombre por valor de 50.000 euros. Un verdadero desastre que según responsables de la Guardia Civil responde perfectamente a esa tendencia al alza de los casos de SIM swapping.
Ayer volvía a surgir un nuevo y preocupante caso de este tipo de casos: un usuario de Twitter, Otto Más (@Otto_Mas) relataba sucesos muy parecidos. Dejó de tener línea en su móvil con contrato de Vodafone y al volver a casa conectó el móvil a la WiFi y se dio cuenta de que "me habían vaciado mi cuenta corriente" en el Banco Santander.
Alguien había duplicado su línea móvil y con los SMS de confirmación había hecho diversas transferencias "sacando el dinero poco a poco". Pudo cancelar las transferencias y bloquear la cuenta tras varias horas al teléfono con ellos, aunque se quejaba de la mala respuesta de su operadora, de la que criticaba las pocas medidas de seguridad que exigían para quien pedía un duplicado de tarjeta SIM.
Hay aquí dos problemas claros: en primer lugar, que pedir un duplicado de la SIM es relativamente sencillo. En segundo, que hace tiempo que el uso de los SMS como sistema para plantear la autenticación en dos pasos o de dos factores (2FA) es vulnerable a diversos ataques, y este es solo el último -pero probablemente el más preocupante- de todos ellos.
El SIM swapping permite suplantar la identidad de cualquiera, incluido el CEO de Twitter
Esta técnica permite burlar las medidas de seguridad que sitúan al móvil como instrumento de verificación de nuestra identidad, y eso es peligroso como hemos visto en el ámbito económico, sino también en otros muchos escenarios.
We’re temporarily turning off the ability to Tweet via SMS, or text message, to protect people’s accounts.
— Twitter Support (@TwitterSupport) 4 de septiembre de 2019
Se modestró estos días cuando el cofundador y CEO de Twitter, Jack Dorsey, sufrió un ataque similar que provocó que de repente en su cuenta de Twitter (@jack) aparecieran mensajes ofensivos y racistas que fueron posteriormente eliminados.
El problema se debió a esa suplantación de identidad que hizo que un operador de telefonía en Estados Unidos -no se especifica cuál- permitiera al atacante obtener un duplicado de la SIM de Dorsey, lo que a su vez permitió que este atacante usara la función de publicar en Twitter mediante mensajes SMS que fue una de las características originales del servicio.
Los mensajes ofensivos provocaron una reacción inmediata en Dorsey, que anunció que Twitter deshabilitaba el envío de mensajes a la plataforma a través de SMS.
La solución está en nuestras manos (pero también en la de las operadoras y los bancos)
Como decíamos anteriormente, el problema de este ciberataque es que tiene dos caras muy separadas, ambas con su propia solución interdependiente: si no se solucionan los dos, el problema seguirá presente.
El primero está en quienes manejan esa información, las operadoras, que deberían ser mucho más exigentes a la hora de proporcionar duplicados de una tarjeta SIM. Las verificaciones de identidad aquí deben ser exhaustivas para evitar los problemas que se han producido con estos casos.
También tienen deberes pendientes bancos, entidades financieras y cualquier otra plataforma que sigue usando los SMS como sistema de autenticación en dos pasos. Es un método popular y cómodo, pero como se ha visto es muy vulnerable desde hace ya tiempo, como apuntaba el experto en seguridad Bruce Schneier. Es por esta razón por la que todas estas empresas deberían erradicar el SMS de sus sistemas de autenticación en dos pasos y utilizar otras alternativas.
Entre las más recomendables ahora mismo están las aplicaciones de autenticación que sustituyen a los SMS y que se pueden instalar en nuestros móviles. Microsoft Authenticator, Google Authenticator o Authy están entre las más conocidas, y si podemos usarlas -la plataforma con la que trabajamos debe soportar esa opción- son mucho más seguras que la autenticación vía SMS.
Aún más interesantes son las llaves U2F (Universal 2nd Factor keys), un estándar abierto de autenticación que hace uso de llaves físicas y que tiene como última implementación el estándar FIDO2. Fabricantes como Yubico son muy conocidos por estas soluciones, pero incluso Google se quiso introducir recientemente en este segmento con sus Titan Security Keys, aunque recientemente anunció que un teléfono Android podía convertirse también en una llave de seguridad.