Los resultados de Apple son aparentemente excepcionales. La palabra importante de esa frase es "aparentemente", porque lo cierto es que aunque la firma ha batido récords en ingresos, lo ha hecho con algunas sombras entre las evidentes luces que muestran sus números.
Es difícil ponerle peros a una empresa que sigue creciendo en ingresos y beneficios como la espuma, y lo cierto es que los números no hacen más que confirmar el envidiable estado de salud de Apple. El problema es que Apple va bien hoy, pero hay indicios de que podría no irle tan bien mañana.
Demasiado pendiente del iPhone
Uno de los principales problemas de la firma es su dependencia del iPhone. El smartphone de Apple es claro referente en un mundo cada vez más móvil y conectado, y la firma de Cupertino ha sabido seguir sacando partido de este segmento con dispositivos excelentes y que además son cada vez más caros.
Los precios medios de estos smartphones han ido subiendo a lo largo de los años, y eso ha permitido que Apple también obtenga más margen de beneficio de sus iPhones. De hecho en este último trimestre se ha destacado el papel relevante del iPhone 7 Plus, el modelo más caro de Apple, como impulsor de esas ventas y esos beneficios.
A esa estrategia implacable podría no obstante afectarle esa dependencia de la que decimos. En el anterior trimestre el iPhone representaba el 60% de los ingresos, pero en este ha llegado al 69%. El iPhone crece en ingresos, sí, pero Apple sigue metiendo demasiados huevos en la misma cesta.
En esas buenas cifras de Apple también hay formas de ver las cosas desde otras perspectivas. Por ejemplo, el hecho de que ese trimestre tuvo una semana extra, algo que ayudó a esos resultados. Aunque se vendieron más iPhones que nunca en un trimestre (78,4 millones de unidades), la cosa cambia cuando vemos el año 2016 en su conjunto. Apple vendió 215 millones de iPhones, pero es que en 2015 vendió 231 millones de unidades.
Eso podría no significar demasiado ahora que tenemos a la vista esa edición "décimo aniversario" del iPhone: se espera un iPhone 8 espectacular y que además probablemente se venda aún mejor de lo que lo han hecho todas sus versiones anteriores, pero... ¿y después de eso?
Casi todo lo demás, regular
La buena noticia en este ámbito es el crecimiento de la división de servicios: ese 18% respecto al trimestre anterior vuelve a dejar claro que la apuesta de Apple en 2016 ha surtido efecto y esta es una de las esperanzas de la firma para un futuro en el que este apartado debería cobrar aún más fuerza.
Sin embargo en el resto de divisiones también hubo algunas malas noticias. Las peores, claro, para el iPad, que sigue con una desaceleración clara de ventas que demuestra que estos productos son mucho más parecidos a los ordenadores convencionales en su ciclo de renovación que a los smartphones. Ni siquiera su transformación a tablets convertibles con el iPad Pro ha animado demasiado esta parte de su negocio, aunque es un movimiento positivo en este ámbito.
La división de los Mac ha dado una sorpresa curiosa: las críticas al MacBook Pro han sido evidentes entre usuarios y medios, pero eso no ha impedido que las ventas de esta división crezcan un 7% al compararla con la misma época del año pasado. Aquí habría que tener en cuenta que Apple llevaba más de tres años sin renovar este modelo y que el último nuevo portátil de Apple había sido el MacBook de 12 pulgadas.
La gente tenía ganas de nuevos Mac, pero habrá que ver cómo se comportan las ventas los próximos trimestres y si logran sacar a Apple de esa tendencia plana en la que se ha instalado desde hace años. Las ventas anuales (no trimestrales) de Macs se mantienen en los mismos niveles básicamente desde 2011.
Aunque ha habido picos en ambos sentidos (como este último al alza), la sensación de muchos usuarios, expertos e industria es la de que Apple está en un modo de mínimos en todo lo que respecta el Mac. Es cierto que nuevamente esa estrategia le está yendo bien y desde luego está maximizando resultados, pero... ¿a qué precio a largo plazo? ¿Realmente le cuesta tanto a Apple darle a los usuarios más novedades en este ámbito, como muchos de ellos demandan?
Hay otros problemas en el horizonte, como su complicada situación en Asia, donde los ingresos siguen sin crecer al ritmo que en el resto del mundo. Apple ya no es tan relevante en China, pero ha tratado de compensar eso en India, donde comienza a seguir la estrategia que le dio cierto éxito en el mercado chino.
Lo cierto es que** nada parece importar**. Da igual que critiquemos a Apple por quitar el puerto de auriculares, por llenarnos de dongles o por no mover ficha en terrenos que parecen cruciales de cara al futuro. A la empresa de Cupertino le va de perlas con su estrategia, pero nuestro miedo, repetimos, no es por el hoy, sino por el mañana.
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