Las pantallas de tinta electrónica, popularizadas en gran parte por los lectores de libros electrónicos como las Kindle, son superiores a las pantallas LCD en el apartado de consumo energético, pues una de estas puede aguantar semanas o incluso hasta meses de uso con una sola carga. No obstante su gran desventaja es la velocidad de refresco de la imagen y que solo pueden recrear imágenes monocromáticas.
Bueno, parte de esta deficiencia está por quedar en el pasado gracias a los estudios del profesor asistente Andreas Dahlin y su estudiante de PhD Kunli Xiong de la universidad tecnológica de Chalmers, quienes desarrollaron un nuevo prototipo de pantalla de tinta electrónica, que no solo es capaz de reproducir imágenes en colores como lo haría una pantalla LCD tradicional, sino que además, es increíblemente delgada (menos de un micrómetro), haciéndola flexible como un papel.
Este papel de tinta electrónica de colores, les tomó aproximadamente un año de desarrollo a Dahlin y Xiong, cuando descubrieron que podían unir varias capas de polímeros conductivos para crear un panel de tinta electrónica, que además mejoró la ventaja de consumo energético, logrando un consumo 10 veces menor que el de la pantalla de una kindle, a la par que agregaban la posibilidad de recrear color en un medio tan flexible como una hoja de papel.
“Nuestro ‘papel’ es muy similar a la pantalla de una tableta Kindle. No se ilumina como una pantalla normal, sino que refleja la luz externa que la ilumina. Por lo tanto funciona muy bien en ambientes bien iluminados, como por ejemplo a la luz del sol, en contraste con las pantallas LED tradicionales que funcionan mejor en la oscuridad. Al mismo tiempo este papel, necesita 10 veces menos energía de la requerida por una Kindle, que de por sí ya necesitaba mucha menos energía que una pantalla LED” comentó Andreas Dahlin profesor asistente del proyecto.
Las malas noticias por el momento, es que según sus creadores esta tecnología aún está en una etapa experimental y le falta mucho para madurar. El principal problema al que se enfrentan es el costo que se incurriría para fabricar estas pantallas, debido a que se requieren algunas capas de oro y plata, por lo que están solicitando ayuda a la comunidad de ingenieros para lograr encontrar materiales sustitutos que logren bajar los costos.
Esperemos que el equipo de Dahlin logre buenos resultados, y podamos ver algún día aplicaciones prácticas de esta tecnología. Estoy muy seguro que Amazon seria uno de los primeros interesados en mejorar la pantalla de sus Kindle, no solo agregando color y menos consumo de energía, sino también la posibilidad por qué no, de ser flexibles como un libro real.
Imágenes | kurzweilai