Guía máxima para sacarle el mejor partido a la cámara de tu teléfono

Desde que las cámaras de los teléfonos reemplazaron casi que por completo las cámaras tradicionales, la mayoría las usamos para sacar las fotos de todos nuestros momentos, ya sea un evento, las vacaciones o simplemente un paseo casual.

En esta guía vamos a explorar algunos trucos súper útiles para sacarle el mejor partido a la cámara de nuestro teléfono, pues, aunque no sea el mejor remplazo de una cámara profesional, o tengamos un Smartphone gama media que no toma las mejores fotos del mundo, siempre podemos hacer más para mejorar las tomas y evitar los típicos errores que arruinan una buena toma.

Vamos a ver que no siempre es necesario tener el ultimo buque insignia (aunque eso ayude mucho) para tomar buenas fotos, pues como verán, más de la mitad del resultado de una buena toma, está en las técnicas usadas por el fotógrafo que en la cámara misma.

Mejor sin Zoom

Usualmente nos vemos tentados a utilizar el zoom de la cámara del celular cuando queremos retratar un objeto lejano, o enfocar la atención en un solo detalle, pero por desgracia, casi todos los teléfonos cuentan con muy poco Zoom óptico, y a partir de cierto punto usan el Zoom digital, que es equivalente a estirar la imagen y por lo tanto deteriorar enormemente la nitidez.

Cuando aplicas zoom digital a una foto, lo más seguro es que termines con una toma en la que se notan los pixeles o se distorsiona el objeto fotografiado. Básicamente el Zoom está reservado para las cámaras profesionales que cuentan con lentes capaces de hacer este tipo de acercamientos sin afectar la imagen.

Enfoque manual vs automático

El enfoque automático nos libra de la necesidad de preocuparnos por que nuestras tomas salgan bien cuando retratamos un objeto o persona a una distancia media. Sin embargo, si tu teléfono admite enfoque manual, actívalo y toca en la pantalla el objeto o persona que en realidad quieres retratar.

Esto es especialmente útil en la fotografía artística en la que queremos desenfocar por ejemplo el fondo y fijar toda la atención en un sujeto en primer plano. Este tipo de efecto se logra muy bien en algunos teléfonos con una simulación de múltiple enfoque que el dispositivo hace al combinar muchas tomas en una sola, o en los teléfonos más modernos que poseen doble cámara en la parte trasera, y lo obtienen de forma nativa en una sola toma.

El HDR no siempre es la solución

En la actualidad es cada vez más habitual que los teléfonos móviles y las cámaras cuenten con un modo de alto rango dinámico o HDR. Este modo busca abarcar el mayor espectro posible de niveles de exposición en todas las zonas de la imagen, evitando que una foto tenga por ejemplo el cielo oscuro y el paisaje iluminado, o viceversa.

Para lograr este efecto, el sensor de la cámara internamente toma varias fotos con diferentes niveles de exposición, para unirlos y captar en cada zona de la imagen el mejor nivel de exposición posible. El resultado suele ser una imagen más colorida, pero al tiempo muy procesada y en algunas ocasiones poco natural.

Trata de usar el modo HDR cuando existan condiciones de mucha diferencia de luz, como cuando tomas una foto a un paisaje soleado, o te ves obligado a fotografiar a contraluz, pero evita el HDR cuando retrates a objetos en movimiento o te encuentres en situaciones de poca luz, pues el efecto del HRD usualmente terminará haciendo que la imagen no se vea natural y por el contrario procesada.

Mejor sin flash

El flash LED de la cámara de la mayoría de los teléfonos, puede ser muy útil en condiciones de oscuridad extrema, cuando nos encontramos por ejemplo en una discoteca o un evento en la noche. Pero siempre que existan otras fuentes de luz disponibles, trata de evitar el flash led de tu celular, pues va a tender a sobrexponer el objeto retratado, y provocar sombras poco agradables en el fondo.

Puedes contrarrestar los efectos del flash, usando un difusor improvisado, colocando por ejemplo una cinta de papel sobre el flash para que la luz salga más difuminada. En general resultaran mejores imágenes evitando el flash siempre que sea posible, y usar algunas fuentes de luz natural o artificial para iluminar el sujeto a retratar.

La regla de los tercios

Seguramente alguna vez activaste por accidente o por curiosidad en tu teléfono una rejilla en la pantalla de la app de la cámara que divide la toma en 9 recuadros. Bueno esta es una herramienta para ayudarnos a respectar la regla de los tercios también conocida por algunos fotógrafos como la proporción áurea.

La Regla de los Tercios es una de las herramientas más básicas de composición fotográfica, y que trata la distribución del espacio dentro de la imagen que genera una mayor atracción respecto al centro de interés. Esta simple regla, logra dotar nuestras fotos de mayor interés para el espectador, dirigiendo su vista hacia el punto más importante de la toma.

La regla consiste en dividir la toma en 9 recuadros: los cuatro puntos de intercepción de estos recuadros, son los lugares donde debiéramos ubicar el objeto u objetos que serán el centro de interés, rompiendo con la intención natural de situar el objeto fotografiado en la mitad de la toma.

Guardar en formato RAW si quieres luego retocar

RAW quiere decir “crudo” en inglés. Por lo tanto, se trata de un formato con el cual conservamos la foto original, sin procesar, como si no la hubiésemos tomado aún. Cuando tomamos una foto en el formato habitual JPG la cámara graba la imagen en la tarjeta de memoria de manera definitiva que no admite cambios posteriormente, o tal vez sí, pero muy pocos, y perdiendo mucha calidad en el proceso.

Los fotógrafos profesionales, diseñadores, y en general los que estén interesados en retocar sus fotos con software de edición de imagen profesional siempre van a preferir el formato RAW por encima del JPG, por las posibilidades que brinda. Si eres de ellos averigua si tu celular admite guardar las fotos en este formato, pero ten en cuenta que ocupan mucho más espacio por no estar comprimidas como una imagen JPG. Una archivo RAW pesa normalmente hasta 4 veces más que una JPG, y no se pueden compartir con otros dispositivos que no los puedan interpretar hasta que no los procesemos definitivamente.

Con el formato RAW puedes cambiar en un software de edición como Photoshop casi todo en la foto. Excepto detalles como el encuadre, la disposición de los objetos/sujeto, etc. Lo demás casi todo lo puedes cambiar más tarde: puedes darle a la foto más exposición, cambiarle el balance de blancos, darle más calidez o más frío, cambiarle la saturación, etc y todo sin perder calidad.

Modo manual vs automático

Siempre que tu teléfono lo permita, echa mano del modo manual de la cámara. Este es un modo que no se encuentra disponible en todos los teléfonos, y generalmente se ha reservado para los terminales de gama alta.

Accede a la app de cámara que viene de fábrica con tu teléfono y averigua por las opciones de configuración si posee un modo manual o modo Pro. Aunque el modo automático es ideal para la mayoría de las situaciones porque logra cuadrar los parámetros relativamente bien, en muchas ocasiones puede hacer que las imágenes no se vean bien, esto es especialmente cierto en condiciones de poca luz o donde hay muchos contrastes de luminosidad.

Sin importar que tipo de celular tengas, por teoría general de la fotografía casi siempre vas a encontrar en el modo manual los siguientes valores disponibles para configurar: Apertura, Tiempo de exposición, Balance de blancos e ISO.

Apertura

Este es un valor que no es posible ajustar casi en ningún tipo de teléfono y por lo tanto viene fijo. Este valor en las cámaras de los teléfonos viene definido por catálogo, y valores comunes son por ejemplo f/1.7 o f/1.4, es decir con el obturador bien abierto.

Mientras más alto es este valor más cerrado estará el obturador al momento de la toma, por lo que entra menos luz, pero ello nos ayuda a hacer mejores tomas a objetos lejanos o cuando necesitamos una toma rápida para evitar que la imagen salga borrosa. Como es muy probable que no podamos cambiar este valor, pasemos al siguiente parámetro. Solo ten en cuenta que mientras más chico sea el valor de f de la cámara de tu teléfono, mejor porque significa que al menos tendrá más sensibilidad a la luz y flexibilidad para ajustar los otros parámetros.

Tiempo de exposición

Con esta función controlamos el tiempo que el obturador permanece abierto durante la toma. Valores más altos son ideales en condiciones de poca luz, pero requieren que los objetos estén quietos para que no salgan borrosos, y que demás usemos un trípode, para evitar que el pulso de la mano arruine la toma.

El tiempo de exposición se mide en fracciones de segundo como por ejemplo 1/500, 1/10, etc. Las posibilidades de esta funcionalidad son enormes para la fotografía creativa. Si necesitamos congelar el objeto que estamos fotografiando para que aparezca totalmente nítido tendremos que optar por un tiempo de exposición mínimo, de una fracción de segundo, algo especialmente útil para un objeto que se mueve muy rápido. Pero si lo que queremos es transmitir sensación de velocidad y ritmo, lo ideal es utilizar un tiempo de exposición prolongado, de hasta varios segundos, y lograr por ejemplo esas vetas de las luces de los carros en la fotografía nocturna.

Sensibilidad a la luz (ISO)

La sensibilidad ISO es un parámetro que nos permite indicar al sensor qué cantidad de luz debe recoger durante la toma. En la mayoría de los teléfonos, el valor ISO más bajo coincide con la sensibilidad nativa del sensor, pero aumentar este valor nos permitirá lograr que cada fotodiodo reciba más luz, con el correspondiente efecto negativo de agregar ruido (puntos) a la imagen.

El rango de sensibilidades ISO que ponen a nuestra disposición los Smartphones suele oscilar entre 50 y 3.200 ISO, donde un valor bajo recibe menos luz que uno más alto. A medida que aumentamos el ISO podremos tener mejores resultados en condiciones de poca luz, pero debemos balancearlo bien con los otros parámetros y no ir a la ligera porque el ruido resultante podría terminar arruinando la foto.

En resumen:

La apertura del diafragma delimita la profundidad de campo; el tiempo de exposición nos permite congelar el objeto que estamos fotografiando, o bien conseguir sensación de movimiento y dinamismo; y la sensibilidad ISO es el complemento perfecto de las otras dos porque nos ayuda a equilibrar la exposición actuando sobre la cantidad de luz que va a recoger el sensor.

Accesorios para lograr efectos profesionales o divertidos

Los sensores de nuestro teléfono podrán tener sus limitaciones, pero algunas de ellas se pueden superar con la ayuda de sencillos accesorios externos que podemos acoplar a nuestro celular para darle a la cámara superpoderes.

Por ejemplo, las lentecillas intercambiables que se colocan con un clip en la cámara del teléfono, nos dan generalmente tres posibilidades de la fotografía profesional: Gran angular, Ojo de pez y macro. Usualmente este tipo de lentes cuentan miles de dólares en una cámara réflex, por lo que no esperes milagros ni nada espectacular, pero los efectos en todo caso van a ser muy interesantes.

Con la lente ojo de pez, obtienes un campo de visión extremo de 180 grados, que luce súper bien en fotos de eventos deportivos, o para lograr tomas de lugares cerrados captando todo el entorno sin hacer un panorama.

La lente gran angular es súper útil para ampliar el campo de visión sin distorsionarlo excesivamente en el proceso, como ocurre con el ojo de pez. Usa este lente cuando necesites por ejemplo retratar a un grupo enorme de personas y no quieras dejar a nadie por fuera de la toma, o para conseguir imágenes con una relación de aspecto más larga.

El lente macro, mi favorito, está reservado para la fotografía artística, al permitirte capturar con todo el esplendor de detalle, objetos diminutos a distancias ridículamente cercanas al sensor de la cámara. Con la fotografía macro puedes llegar a descubrir la naturaleza de un modo que quizás no habías apreciado antes.

Bueno, esperamos que estos pequeños tucos les hallan servido para descubrir un poco mejor las posibilidades de la cámara de tú teléfono. Existen muchísimos otros trucos de los que puedes echar mano para mejorar aún más to técnica, pero si dominas estos puntos básicos, estamos seguros de que tus fotografías nunca más lucirán comunes.

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